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miércoles, 28 de octubre de 2009

Reconocimiento de Pecado


(Extracto del mensaje del Pastor Joel Bethancourt titulado ¨Confesión del Pecado de Israel¨)



I. Reconocimiento de pecado

Isa 59:12
Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados:

Nuestras iniquidades nos apartan de Dios. *Muchas veces sentimos que nuestras oraciones no pasan del techo porque hay iniquidad en nuestras vidas*.

Dios conoce nuestra condición, y ante El no hay nada que se esconda.

Vs. 12d
¨… y conocemos nuestros pecados¨:

Aplicación
:

¿Conoces tus pecados? ¿O los racionalizas diciendo: ¡eso no es nada!? ¿Puedes decir que conoces tus pecados? Estás consciente de las áreas en las que le estás fallando a Dios?
Quizá crees: no tengo pecado, no ofendo a Dios día tras día. Pero evalúa bien: ¿en qué áreas continuamente pecas contra Dios? ¿por cuáles pecados le pides perdón?

Stgo. 3:2
Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. (Todos, sin excepción, ofendemos).


Isa 59:1
3 el prevaricar y mentir contra Jehová, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.

Vs. 13b
¨…y el apartarse de en pos de nuestro Dios¨

Jer. 2:19
Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

*Es algo que debe asustarnos, el estarnos moviendo fuera de la voluntad de Dios por causa del pecado*.

Aplicación:

¿Estás apartándote de Dios? Quizá tu trabajo, familia, alguna meta o hobbie, etc., te lleva a descuidar tu relación con Dios. Ya no hay tiempo para orar, leer la Palabra de Dios, congregarte, etc. Poco a poco te vas apartando de Dios al dejar de poner tu fe y esperanza en El, al no depender de El continuamente, al olvidarte de lo que hace a tu favor, etc.


Vs. 13d Hablar rebelión:

Rebelión:

La rebelión es algo serio para Dios. El rey Saúl fue desechado como rey por su rebelión. Dios quiere lo opuesto, que le obedezcamos, no que nos rebelemos contra lo que El nos ordena.

Hay personas que se rebelan contra las normas, leyes, decretos y autoridades seculares puestas por Dios. Hay personas que se rebelan contra los líderes cristianos, contra los mandatos de Dios, contra su palabra y contra Dios mismo.


Vs. 13e concebir y proferir de corazón palabras de mentira

*Dios aborrece la mentira.*

Pro 12:22 ¨Los labios mentirosos son abominación a Jehová;
Pero los que hacen verdad son su contentamiento¨.

*Cuando le damos cabida en nuestro corazón a la mentira y la vemos como útil para llevar a cabo nuestros propósitos, eventualmente la decimos, y logramos lo opuesto al plan de Dios: el que hablemos la verdad, y que nuestro sí sea sí y nuestro no, no.*

Sal. 51:6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.


II. ¿Cuál es tu pecado?



¿Cuál es tu pecado? Cualquiera que sea, Dios puede perdonarlo, pero necesitas un cambio de actitud hacia el pecado, arrepentirte y no seguir cometiéndolo. Esto solo es posible con la gracia y ayuda de Dios.

Si tu pecado solo afecta tu relación con Dios, pídele perdón a El y arregla cuentas con El. Si afecta a otra/s persona/s pídele/s perdón, y si es necesario restaurar el daño, restáuralo.

El rey David decía a Dios: Salmo 19:12 ¨¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos¨. El quería conocer cual era su pecado, para poder confesarlo y pedirle perdón a Dios.

El pecado del pueblo de Israel le llevó a recibir juicios de Dios. Es algo terrible caer en las manos del Dios vivo. Pero al fin confesó su pecado, para encontrar la misericordia de Dios.


¿Qué pecado tienes que confesarle al Señor? Ora a Dios en este momento y pídele perdón. Pídele que su gracia perdonadora obre en tu vida. Pídele que borre tus transgresiones y que te ayude a ser victorioso/a sobre toda tentación.


Prov. 28:13 El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

viernes, 23 de octubre de 2009

Matutinos de Oración en IMB


Matutinos de Oración
Sábados a las 7:00 a.m.

¨...La oración eficaz del justo puede mucho¨.
Stgo. 5:16b

MOTIVACION A ASISTIR A LOS MATUTINOS DE ORACION:

La oración es la espina dorsal de la iglesia. Sin hablar con el Padre Celestial, no se puede sostener una iglesia. Nuestro Padre Celestial sabe todas las cosas antes de que se las pidamos, pero El nos exhorta en su Palabra a pedirle en oración, y recibiremos siempre y cuando pidamos conforme a Su voluntad.
Ante tantas necesidades de oración ¿cómo permanecer indifirentes?

Mat 18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

No sigas orando solo/a, presenta tu petición en el matutino de oración de la Iglesia Misión Bíblica, y rogemos unidos al único y verdadero Dios, quien puede traer respuestas a nuestras necesidades.

martes, 20 de octubre de 2009

Células de Estudio Bíblico en IMB


COMO MANEJAR EL ENOJO......




Leer | Colosenses 3.8-17

Los cristianos estamos llamados a dejar de lado “ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas” (Col 3.8). El mandamiento es claro, pero la manera de lograr y mantener este propósito puede parecer confusa y abrumadora.

El primer paso es reconocer el enojo en nuestros corazones. Esto puede parecer innecesario a quienes expresan con facilidad sus sentimientos, pero para aquellos que han enterrado su ira en lo más profundo de su ser, será necesario un prolongado tiempo de autoanálisis delante el Señor. Aunque oculto, el cáncer del resentimiento ha estado creciendo e infestando lentamente el corazón. Hay que dejar, entonces, que la aguda espada de la Palabra de Dios haga una cirugía (He 4.12).

El paso siguiente es reconocer que el enojo es pecado, y comenzar a ocuparse de el. Puesto que la ira es a menudo una respuesta a una herida recibida, se debe tener cuidado de no excusarla ni defenderla en nombre de la justicia. Aunque alguien haya pecado contra usted, aferrarse a la ira como respuesta, es pecado. La Biblia nos dice que no debemos pagar mal por mal, sino que venzamos con el bien el mal (Ro 12.17, 21).

El manejo de un estilo de vida irascible no es opcional; hay que dejar la ira. No podemos esperar vivir en la nueva naturaleza que Cristo ha creado para nosotros, conservando al mismo tiempo nuestro “derecho” a estar enojados y guardar resentimientos.

La solución de Dios al problema del enojo, es ser más como Cristo. Nuestra responsabilidad es revestirnos de su carácter. El Señor nos invita a cooperar con Él en este proceso de transformación. Con cada paso de obediencia que demos, la paz de Cristo crecerá, y la ira se reducirá.

lunes, 12 de octubre de 2009

DIOS HABLA POR MEDIO DE LA INTRANQUILIDAD....


Dios habla por medio de la intranquilidad
Leer | Ester 6.1-11

Cuando estamos demasiado preocupados para escuchar la voz de Dios, Él a menudo capta nuestra atención dándonos un espíritu intranquilo. El libro de Ester nos da un excelente ejemplo de esto.

En el capítulo 6, vemos que al rey Jerjes “aquella misma noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia” (v. 1) Como resultado, Jerjes se enteró de que un intento de asesinato contra él había sido frustrado por un hombre llamado Mardoqueo. Lleno de gratitud por este acto de servicio, el gobernante hizo planes para honrar a Mardoqueo.

Lo que Jerjes no podía haber sabido, sin embargo, es que este héroe había sido señalado por Amán, uno de los asesores reales, para darle muerte. Amán no sólo había conspirado para colgar a Mardoqueo el judío (5.14); también había planificado el exterminio de toda la población judía.

Pero, gracias a la intervención del rey, Mardoqueo y todos los judíos se salvaron. Ahora bien, ¿qué dio inicio a este proceso? Fue una noche de intranquilidad. Jerjes no sabía por qué no podía dormir, pero nosotros sabemos que el insomnio del rey se debía a que Dios estaba tratando de captar su atención. El Señor tenía algo importante que decir a Jerjes, y su manera de comunicarse con él era por medio de una desagradable noche de insomnio.

¿Cuántas veces le ha sucedido a usted esto? Está dedicado a su trabajo y a sus actividades, pero sobre usted parece haber una intranquilidad que lo mantiene despierto en las noches. En esos momentos, arrodíllese y ore, diciendo: “Señor, ¿qué quieres decirme?” Descubrirá que Dios puede hablarle, y le hablará, en su intranquilidad.

lunes, 5 de octubre de 2009

Enfrentado a los goliat......



siguiendoalguia.blogspot.com

Leer | 1 Samuel 17.1-53


El breve combate entre David y Goliat fue más que una contienda entre Israel y los filisteos. Fue la defensa del nombre de Jehová contra quienes dudaban de su preeminencia. Como dijo David, la única manera como un muchacho con una honda podía derrotar a un gigante guerrero como Goliat, era por medio de la mano de Dios. Y eso fue exactamente lo que sucedió.

Al enfrentarse a Goliat, David demostró una valentía y una fe auténticas. Pero vemos que lo que lo animó a encarar al gigante fue una indignación justa. ¿Quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1 S 17.26). David creía que alguien tenía que quitar de Israel la deshonra causada por los insultos de Goliat. Y puesto que nadie dio un paso al frente para hacerlo, David se ofreció para defender el nombre de Jehová.

Hay quienes hoy leen esta historia simplemente como el escenario de una batalla donde un combatiente más débil derribó a un antiguo villano. Pensando que nosotros nunca tendremos que lidiar con un escenario parecido. Pero la historia verdadera es que David dio la cara por Dios. Considerando la manera como nuestra cultura ridiculiza al Padre celestial y a Jesucristo, los creyentes tendrán, sin duda, en algún momento, que ponerse en los zapatos de David. La pregunta es si nos daremos una vuelta y huiremos, o si nos detendremos para pelear en el nombre de Dios.

Usted no necesita haberse graduado en teología para derrotar a los que quieran burlarse de Dios. Sus “piedras lisas” (v. 40) son las verdades que encuentra en la Biblia. Ningún enemigo puede refutar victoriosamente la Escritura. Cualquiera que parezca ser el resultado, la batalla es del Señor, y Él da la victoria a los fieles.

martes, 15 de septiembre de 2009

DELEITARSE....TIEMPO DE FLOTAR EN DIOS....


Leer | Isaías 61.10, 11

La palabra deleitarse significa tener gran placer, satisfacción y felicidad. ¿No es ésa precisamente la clase de relación que usted quiere tener con el Señor, una relación en la cual usted y Él disfruten de un tiempo juntos, cara a cara? Si eso le suena bien a usted, le tengo una gran noticia. Dios también quiere esa clase de gozoso compañerismo, que se desarrolla por medio de la consagración, la confianza y la paciencia.

Primero: el creyente debe consagrar sus caminos a Dios. Esto significa que aceptamos que Él examine nuestros planes y deseos. El Señor es invitado a cambiar todo lo que no corresponda con su propósito o plan para nuestra vida.

Segundo: el creyente debe confiar en Dios. ¿Quién es más digno de nuestra fe que el Padre celestial, quien dio a Jesucristo para salvar a perversos pecadores? Aquel que no dejó sin castigo a su Hijo, ciertamente dará a sus hijos todo lo que ellos necesiten (Ro 3.32).

Tercero: el creyente debe descansar en Dios. Cuando nos impacientamos por un asunto o por algo que consideramos necesario, no nos estamos encomendando al Señor ni confiando en Él. Por nuestra limitada perspectiva humana, esperar con paciencia rara vez es fácil. Pero Dios sabe cuando se han dado las circunstancias y el tiempo perfecto para que Él cumpla su voluntad.

Una relación personal con el Señor no es una carga, aunque puede no ser una tarea fácil. Pero el esfuerzo es una labor de amor, porque los humanos hemos sido creados para gozarnos en la presencia de Dios. El mayor placer que podemos experimentar en la vida, es andar de la mano con un Padre que nos ama.
ENCONTACTO.ORG

miércoles, 26 de agosto de 2009

FE Y OBEDIENCIA: COMPAÑERAS DE VIAJES....

Leer | 1 Reyes 18.1-15

La fe y la obediencia son compañeras de viaje con un mismo “destino”: agradar y glorificar al Señor. Si no se tiene una, tampoco se tiene la otra. Crecen al mismo tiempo cuando se practican, pero se marchitan si se descuidan.

Elías era un hombre que tenía ambas cualidades. Le creía a Dios, y respondía con obediencia. Cuando el Señor le dijo que se presentara al rey Acab, no dejó que el temor lo detuviera. Había aprendido, por medio de la experiencia, que el Padre celestial era fiel y digno de confianza.

El temor frustra la fe cuando comenzamos a dudar de que el camino de Dios es el mejor. Si dejamos que la angustia gane terreno en nuestra mente, responderemos negándonos a hacer lo que el Señor dice, lo cual es desobediencia. El resultado será un cambio en nuestro “plan de viaje”; al rechazar el camino de la fe y la obediencia, estamos eligiendo la senda de la incredulidad y el pecado.

A Satanás le encantan nuestro temor y nuestra desobediencia, porque frustran el viaje que Dios ha diseñado para nosotros. No podemos creer que el Señor hará grandes cosas en un área de nuestra vida, si permitimos que haya pecado en otra. El autoexamen es esencial en la caminata de la fe. ¿En qué ha sido usted fiel, y ha dejado que el pecado gane terreno? ¿Está usted negándose a obedecer algo que Dios dice en su Palabra?

La fe comienza con pasos pequeños. Si usted elige seguir la Palabra de Dios, comenzará un ciclo de fe y obediencia cada vez mayor. No permita que el temor le robe la gran aventura que el Señor ha dispuesto para su vida. ¿Quién tiene un historial mejor en cuanto a elegir el camino correcto, usted o Dios? ¡Créale a Él
encontacto.org

martes, 18 de agosto de 2009

DIVERSIÓN VIOLENTA


por el Hermano Pablo (UN MENSAJE A LA CONCIENCIA)

Comenzó temprano en la mañana, cuando los niños se disponían a desayunar. A media mañana, cuando la madre y los abuelos pretendían estar en los quehaceres del hogar, la actividad continuaba. Siguió a lo largo del día, agudizándose cuando los pequeños regresaron de la escuela. Así continuó hasta las diez de la noche cuando, por fin, la familia se acostó.
¿Cuál era esta actividad que hipnotizaba a todos en el hogar? Eran actos de violencia. Actos de violencia provistos a todo color y con efectos de sonido por ese extraordinario aparato, imprescindible en la vida actual, llamado televisor.
En un solo día y en una sola ciudad se registraron, de acuerdo con una encuesta oficial, 1.846 actos de violencia en la pantalla mágica. Y toda esa violencia fue absorbida por la psiquis de miles de niños y de adolescentes.
¿Cómo se define la violencia? Es cualquier acto deliberado que implica fuerza física o el uso de un arma a fin de alcanzar algún objetivo, promover alguna causa, actuar en un impulso de ira, intimidar a otros o defenderse de un ataque. Eso es violencia, y casi nunca sirve un fin justo.
La violencia que diariamente se ve en la televisión, y que comienza en los dibujos animados que los padres desaprensivamente dejan ver a sus pequeños, llega a ser parte de la vida diaria del niño. De esos casi dos mil actos de violencia registrados, nada menos que 471 provenían de los dibujos animados infantiles. Y además de actos de violencia, la televisión provee actos de perfidia, de adulterio, de mentira, de estafa, de infidelidad y de traición.
El apóstol Pablo nos dejó un tesoro escrito de incalculable valor: «... consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio» (Filipenses 4:8). Nuestra mente absorbe, como esponja, todo lo que le introducimos, y tarde o temprano llegamos a ser lo que ha entrado en ella. Por eso San Pablo les exhortó a los romanos a que fueran transformados mediante la renovación de su mente.
Cada uno de nosotros está construyendo vidas. En primer lugar, construimos la vida nuestra; luego, la de nuestros hijos. Ellos no serán lo que les digamos que sean sino lo que nosotros, con el ejemplo, les mostramos. Por eso nos urge adoptar como nuestra norma de vida las enseñanzas de Cristo. Y esto solamente lo conseguimos cuando Cristo mismo es nuestro Señor y Dios. Seamos, pues, verdaderos seguidores de Cristo.

viernes, 14 de agosto de 2009

FE INVISIBLE, FE IMPOSIBLE; DEJANDO A DIOS DIRIGIR....


Cuando Dios comienza procesos en nuestras vidas esos procesos que no entendemos, eso procesos en los cuales tenemos que sacar fe de donde no hay, esos procesos que a la larga nos hacen solo darle gracias al Señor.....
Aunque no entendamos El sabe, aunque no veamos El ve, procesos que quisiéramos no tener que pasar pero son necesarios si queremos alcanzar otro nivel en Dios.

Este mensaje trata sobre la fe en su máxima potencia, una fe invisible como la de Abraham y una fe imposible como la de Jairo.

Espero que les sea de bendición y para aquellos que se identifican con lo que escribí al principio recuerden que el que comienza los procesos en uno es el Señor por eso no temamos que en Dios hay Victoria!!!!



GENESIS 15:1-8


Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo:

-No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y tu galardón será muy grande.

2 Abram respondió:

-OH Señor Jehová, ¿qué me has de dar? Pues continúo sin hijos, y el heredero de mi casa será Eliezer, de Damasco. 3 -Añadió Abram-: A mí no me has dado descendencia, y he aquí me heredará un criado nacido en mi casa.

4 Y he aquí que la palabra de Jehová vino a él diciendo:

-No será éste el que te herede, sino que alguien que salga de tus entrañas será el que te herede.

5 Entonces lo llevó fuera y le dijo:

-Mira, por favor, al cielo y cuenta las estrellas, si acaso las puedes contar. -Y añadió-: Así será tu descendencia.

6 El creyó a Jehová, y le fue contado por justicia. 7 Entonces le dijo:

-Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra como posesión.

8 El respondió:

-Oh Señor Jehová, ¿cómo sabré que yo la he de poseer?

Aquí vemos un Abraham cansado, desanimado como sin esperanza, pero que había pasado con Abraham?


GENESIS 12:1-3


Entonces Jehová dijo a Abram: "Vete de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Yo haré de ti una gran nación. Te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra."



Abraham había obedecido a la orden del Señor, se había ido de su tierra creyendo en la palabra dada, pero luego de un tiempo vemos a un Abraham que no ha visto el cumplimiento de esta en su vida, se siente desanimado, quejándose al no ver la promesa cumplida hasta ese momento.


Sin embargo en medio de ese desanimo una palabra de aliento llego de parte del Señor,
Cuando llegan esos momentos de desanimo y desaliento a nuestras vida hay uno que esta pendiente de nuestra condición, de nuestro dolor, aquel que ve nuestras lagrimas y aquel que en medio de nuestras tristezas se manifiesta llenándonos de aliento.


CARACTERISTICAS DE LA FE INVISIBLE:

Como ya leímos Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia, tuvo fe pero no una simple fe, el creyó a Dios solo creyó.


1- El que tiene fe invisible no ve su condición.

-Añadió Abram-: A mí no me has dado descendencia, y he aquí me heredará un criado nacido en mi casa.

2- El que tiene fe invisible no limita a Dios.

Entonces lo llevó fuera y le dijo:
-Mira, por favor, al cielo y cuenta las estrellas, si acaso las puedes contar. -Y añadió-: Así será tu descendencia.
3- El que tiene fe invisible no duda.

El creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.


4- El que tiene fe invisible posee plena confianza en Dios.

El respondió:
-Oh Señor Jehová, ¿cómo sabré que yo la he de poseer?


Abraham escucho la voz de Dios nuevamente y otra vez creyó y luego mas adelante al tiempo del Señor vio su promesa en su vida cumplida.

Abraham no cuestiono, no limito a Dios solo creyó a Dios viendo lo invisible y su fe fue premiada.


El Señor esta pendiente a nuestra condición el la conoce El es fiel y su misericordia sobre pasa nuestro entendimiento.



Ahora bien ya vimos lo que es tener una fe invisible ahora veamos lo que es tener una fe imposible con el caso de un padre en búsqueda de un milagro para su hija moribunda.


Continuara…………………………..

lunes, 10 de agosto de 2009

VIVIENDO POR FE...........


Juan 10:29
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

“Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.” (Hebreos 10:38).

Los ataques del enemigo son incesantes y hoy podemos encontrar en la iglesia un cristianismo hibrido. Personas que piensan que el objetivo del cristianismo es leer la Biblia todos los días, intentar vivir una vida buena de la mejor manera posible y ganarse así la aprobación de Dios. Expresan constantemente su lucha por obedecer al Señor y hacer Su voluntad. Lo que revela esto es un cristianismo que se centra en la capacidad humana en lugar de la gracia infinita de Dios (Gálatas 3:3).

El verdadero cristianismo se trata más bien de conocer a Jesús y confiar en Él, apoyarnos en Él, reconocer que toda nuestra fortaleza proviene de Él. Ese tipo de fe no solo es lo que agrada a Dios, sino que es el único canal por medio del cual el poder de Dios fluye a nuestra vida para que podamos vivir de manera victoriosa para Él. A esto se refería Pablo al escribir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

No te extrañes que el enemigo trate de robar tu fe, e impedirte que puedas ver más allá de tus circunstancias. La fe es mucho más que palabrería. A veces no somos mejores que lo del tiempo de Isaías, de los cuales el Señor dijo: “Este pueblo me alaba con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi” (Isaías 29:13).

Es tiempo de reevaluación, es tiempo de cambio, El está levantando una nueva generación que viva por fe. La vida del justo comienza por fe y debe continuar en fe (Hebreos 10:38).
Jorge Hurtarte
Testificando

Señor por fe creo que inquietaras el corazón de quien lea este mensaje y que el Espíritu Santo confrontará su condición y pondrá una actitud y disposición a cambiar. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén y amén.

viernes, 24 de julio de 2009

CON NUEVOS OJOS

(Tomado del Aposento Alto)

Léase Génesis 1.28-31
Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!-Lamentaciones 3.2223 (NVI)

ABRÍ las persianas de la habitación de abuela esperando que entrara más luz. Ella olvidaba abrirlas. Desde que la movieron a la unidad para pacientes con senilidad en el asilo, se ha tornado más olvidadiza. Fue triste verla deteriorarse.
Un día nos sentamos junto a su mesa, colocando las piezas de un rompecabezas. Le había traído flores, y cada vez que ella alzaba la vista veía las flores como si las viera por primera vez, y me preguntaba quién las había traído. Cuando la ví alzar la vista del rompecabezas una vez más, me preparé para controlar la molestia por la pregunta que esperaba.
«¡Bueno, mira lo que alguien trajo!», dijo abuela, sorprendida. Después añadió: «¡Qué día tan hermoso!».
Me sorprendí. Abuela había recordado algo que yo había olvidado: la belleza de la creación de Dios. Lo que había visto anteriormente como triste, ahora lo ví como maravilloso: una mujer viendo las cosas con nuevos ojos, ojos que no toman por sentado lo «común». Abuela me reveló el Dios que se mueve en esos rincones que pensamos vacíos, así como en la luz, bendiciéndonos a todos/as.

Sa. Callie Smith (Indiana, EUA)

Oración:
Muéstranos, oh Dios, cómo vivir en tu luz, aún en los lugares oscuros. En el nombre de Jesús oramos. Amén.

jueves, 23 de julio de 2009

LISTO PARA HABLAR


(Tomado de Nuestro Pan Diario)

LEA: 1 Pedro 3:13-22

Estad siempre preparados para presentar defensa… ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. —1 Pedro 3:5
Lee Eclov y su esposa estaban en una cafetería en Estes Park, Colorado. En otra mesa había cuatro hombres, y uno se estaba burlando del cristianismo y de la resurrección de Jesús.
Lee sentía que el Señor lo instaba a responder, pero el temor le impedía hacerlo. Finalmente, supo que tenía que decidirse. Así que, fue hacia los hombres y comenzó a darles pruebas históricas de la resurrección.
¿Cómo respondemos cuando estamos en una situación similar? El apóstol Pedro alentó a sus lectores a comprometerse a salir en defensa de Jesús, especialmente en momentos de extremo sufrimiento. Este compromiso significaba no permanecer callados cuando las circunstancias demandaban que defendiesen su fe. Él dijo: «Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros» (1 Pedro 3:15). Estar dispuestos a responder requería que conocieran la Palabra de Dios. Debían responder con mansedumbre y temor piadosos, para que sus perseguidores se avergonzaran de su propia conducta.
La causa de Cristo habría sufrido si Lee Eclov se hubiera mantenido callado o hubiese respondido con rudeza. Posteriormente escribió: «Dios tiene una manera de sacarnos de nuestros rinconcitos tranquilos y, cuando lo hace, debemos estar listos para hablar en Su nombre». —MLW

lunes, 13 de julio de 2009

30 PRINCIPIOS PARA LA VIDA.....(by Charles Stanley)

Principio #1
Nuestra intimidad con Dios, que es su prioridad para nosotros, determina el impacto que causen nuestras vidas. Génesis1:26

Principio #2
Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos. Éxodo 19:5

Principio #3
La Palabra de Dios es ancla inconmovible en las tormentas. Números 23:19

Principio #4
Estar conscientes de la presencia de Dios nos da energías para desempeñar nuestro trabajo. Deuteronomio 20:1

Principio #5
Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos aunque nos parezca poco razonable. Josué 3:8

Principio #6
Cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrarlo. Jueces 2:1-4

Principio #7
Los momentos sombríos durarán solo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito en nosotros. 1 Samuel 30:1-6

Principio #8
Libremos nuestras batallas de rodillas y siempre obtendremos la victoria.
2 Samuel 15:31

Principio #9
Confiar en Dios quiere decir ver más allá de lo que podemos, hacia lo que Dios ve.
2 Reyes 6:17

Principio #10
Si es necesario, Dios moverá cielo y tierra para mostrarnos su voluntad.
2 Crónicas 20:12

Principio #11
Dios asume toda la responsabilidad en cuanto a nuestras necesidades, si lo obedecemos. Job 42:7-17

Principio #12
La paz con Dios es fruto de nuestra unidad con Él. Salmo 4:8

Principio #13
Escuchar a Dios es esencial para andar con Él. Salmo 81:8

Principio #14
Dios actúa a favor de quienes esperan en Él. Isaías 64:4

Principio #15
El quebrantamiento es el requisito de Dios para que seamos útiles al máximo. Jeremías 15:19

Principio #16
Todo lo que adquirimos fuera de la voluntad de Dios termina convirtiéndose en cenizas. Ezequiel 25:6-7

Principio #17
De rodillas somos más altos y más fuertes. Daniel 6:10-11

Principio #18
Como hijos del Dios soberano, jamás somos víctimas de nuestras circunstancias. Oseas 3:4-5

Principio #19
Todo aquello a lo que nos aferremos, lo perderemos. Amós 6:6-7

Principio #20
Las decepciones son inevitables; el desánimo es por elección nuestra.
Habacuc 3:17-19

Principio #21
La obediencia siempre trae bendición consigo. Lucas 11:28

Principio #22
Andar en el Espíritu es obedecer las indicaciones iniciales del Espíritu. Hechos 10:19

Principio #23
Jamás podremos superar a Dios en generosidad. 2 Corintios 9:8

Principio #24
Vivir la vida cristiana es permitir al Señor Jesús vivir su vida en y por medio de nosotros. Gálatas 2:20

Principio #25
Dios nos bendice para que nosotros podamos bendecir a otros. Efesios 4:28

Principio #26
La adversidad es un puente que nos conduce a una relación más profunda con Dios. Filipenses 3:10-11

Principio #27
No hay nada como la oración para ahorrar tiempo. 2 Tesalonicenses 3:1

Principio #28
Ningún creyente ha sido llamado a transitar solitario en su peregrinaje de fe.
Hebreos 10:24-25

Principio #29
Aprendemos más en nuestras experiencias por el valle de lágrimas que en las de la cumbre del éxito. Santiago 5:10

Principio #30
El deseo ferviente del regreso del Señor nos mantiene viviendo productivamente. Apocalipsis 22:11

martes, 7 de julio de 2009

HACIENDO LA OBRA DE DIOS


(Tomado de Nuestro Pan Diario)

Nuestra competencia proviene de Dios. —2 Corintios 3:5


Cuando era pastor solía tener una pesadilla una y otra vez. Me levantaba para predicar el domingo por la mañana, miraba a mi congregación… ¡y veía que no había nadie en los bancos!
No hace falta un Daniel (Daniel 2:1, 19) o un terapeuta en sueños para interpretar la visión. Ésta salía de mi creencia de que todo dependía de mí. Erróneamente creía que, si no predicaba con poder y persuasión, la congregación disminuiría y la iglesia se vendría abajo. Pensaba que yo era el responsable de los resultados de la obra de Dios.
En los Evangelios leemos que algunas personas Le preguntaron a Jesús, «¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?» (Juan 6:28). ¡Qué audacia! ¡Sólo Dios puede hacer las obras de Dios!
La respuesta de Jesús nos instruye a todos: «Ésta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado» (v.29). Entonces, sea lo que sea que tengamos que hacer, ya sea enseñar en una clase de escuela dominical, liderar un grupo pequeño, contarle la historia del Evangelio a nuestro vecino, o predicar a miles, debemos hacerlo por fe. No hay otra manera de «poner en práctica las obras de Dios».
Nuestra responsabilidad es servir a Dios fielmente, donde sea que Él nos haya colocado. Luego, hemos de dejarle los resultados al Señor. Tal y como Jesús les recordó a Sus discípulos en Juan 15:5: «Separados de mí nada podéis hacer». —DHR

lunes, 6 de julio de 2009

LUZ Y TINIEBLAS

(Reflexion compartida en el matutino del 4 de Julio)

I. “DIOS ES LUZ” (I Juan 1:5-7)

¿Qué quiere decir que Dios es luz? Que no hay tinieblas, engaño, motivos falsos, ni maldad en Él. Y que si somos hijos de Dios tenemos que ser como Él. Dios es luz, y sus hijos deben ser como Él. Luz es símbolo de pureza, de amor y de verdad.

A. LA LUZ SIRVE PARA REVELAR Sin luz no hay visión. La luz revela lo oculto, da calor, hace crecer y da energía. El apóstol, al decir que Dios es luz, nos enseña que Dios es:

1. Gloria y esplendor (Isaías 9:2.)

2. Dios un guía seguro (Salmo 27:1. “Jehová es mi luz y mi salvación, de quién temeré”. Él señala el camino a seguir. Decir que Dios es luz es decir que Dios ofrece Su guía a los pasos del hombre en el peregrinaje de la vida.

3. Dios es puro y santo, y no hay ningún mal en Él.

4. Nos habla de que en la presencia de Su santidad se revelan nuestras imperfecciones.


B. ¿QUÉ QUIERE DECIR QUE NO HAY TINIEBLAS EN ÉL?

Las tinieblas representan todo lo que es pecado y malo. Ninguna de estas cosas existe en Dios:

1. En Cristo no hay muerte. Las tinieblas tipifican la vida sin Cristo y sin esperanza. El apóstol Pablo dice que una vez fuimos tinieblas, pero que ahora somos luz en el Señor (Efesios 5:8). Los que siguen a Cristo no andan en tinieblas, sino que tendrán la luz de la vida (Juan 8:12). En el Nuevo Testamento las tinieblas significan la vida sin Cristo, la vida sin Dios. De hecho una vida sin Dios, es una vida muerta.

2. En Cristo no hay ignorancia. Las tinieblas representan la ignorancia en la vida una persona separada de Jesucristo. Por eso Jesús invitó a seguirle, pues el hombre que anda en tinieblas no sabe hacia dónde va (Juan 12:35). Andar en tinieblas es caminar en ignorancia y extraviado del propósito de Dios.

3. En Cristo no hay pecado. Las tinieblas también simbolizan la vida de pecado. El apóstol Pablo exhorta a los hombres a que abandonen las obras de las tinieblas (Romanos 13:12). Cristo vino a la tierra para eliminar el pecado de nuestra vida.

C. LA IMPORTANCIA DE ANDAR EN LA LUZ (I Juan 1:6) Hemos visto que las palabras luz y tinieblas representan dos maneras distintas de vivir. Por eso es inconsecuente decir que tenemos comunión con Dios, si andamos en tinieblas.

1. No se puede tener comunión con Dios y al mismo tiempo estar viviendo en pecado. No se puede obedecer y pecar al mismo tiempo. El ser humano tiene que decidir entre obedecer totalmente a Dios, o seguir viviendo en su pecado, practicando todo tipo de maldad. La Palabra de Dios nos manda: “Santo seréis, porque santo soy yo Jehová vuestro Dios” (Levítico 19:2; 20:7,26).

2. El verdadero sentido de la vida cristiana es libertad del pecado, como se afirma en I Juan 1:7: “Y la sangre de Jesucristo su Hijos nos limpia de todo pecado”. Por la sangre de Jesucristo obtenemos perdón y limpieza de nuestras maldades (Efesios 1:7; Apocalipsis 1:5). ¡Qué nuestro modelo de vida sea el Dios que nos presenta la Biblia!

miércoles, 1 de julio de 2009

LOS CREYENTES TAMBIEN LLORAN


Por Dr. Pablo Martínez Vila


«Tampoco queremos, hermanos, que... os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza» (1 Ts. 4:13)

«¿Puede llorar un creyente? ¿No es ello expresión de una fe pobre? ¿Cuál es la reacción correcta de un cristiano durante el luto?» Estas preguntas, muy frecuentes, reflejan la confusión existente en un tema que tiene muchas repercusiones prácticas en la vida de fe. Por ello necesitamos conocer qué dice la Palabra de Dios al respecto.
Cuando el creyente pierde a un ser querido, tiene muchos motivos de consuelo. Sabe que Cristo ha cambiado el sentido de la muerte, que ya no es el final de todo sino la transición a una vida «mucho mejor» (en palabras de Pablo). Sabe que la resurrección de Cristo nos da una esperanza firme de que volveremos a encontrarnos en «cielos nuevos y tierra nueva». Son muchas las promesas que mitigan la desesperación del creyente en los momentos de luto.
Sin embargo, a pesar de los numerosos motivos de esperanza y del consuelo de la fe, ni aun el más fuerte de los santos puede evitar el dolor de la separación cuando pierde a un ser querido. Esta fue la experiencia del mismo Señor cuando, ante la tumba de Lázaro, lloró abiertamente. Las lágrimas de Jesús por la muerte de su amigo son altamente reveladoras. Nos enseñan varias lecciones esenciales para entender el proceso del duelo y «llorar con los que lloran» de forma adecuada:
La muerte no es algo natural, sino todo lo contrario: es un hecho antinatural porque no fuimos creados para morir, sino para vivir. Está lejos del plan original de Dios al crear al ser humano. La muerte es «normal» en el sentido que afecta a todos, es una experiencia universal; pero es antinatural y repulsiva en su misma esencia. La Palabra de Dios nos define la muerte claramente como un enemigo, «el último enemigo». Por ello siempre nos costará aceptar algo que va en contra de la imagen Dios en nosotros, en contra de este sello de eternidad del que nos habla el autor de Eclesiastés: «Ha puesto eternidad en el corazón de ellos» (Ec. 3:11).

Lo natural es el dolor ante la muerte. De lo expuesto anteriormente se deduce que nuestra reacción espontánea ante la muerte sea de dolor y de rechazo. ¡Esto sí que es natural! Aquí es donde empezamos a entender que los creyentes también lloran. Lloramos porque el trauma de la separación, en sí mismo, es idéntico al del no creyente. La esperanza firme en una vida nueva con Cristo no detiene de forma automática las lágrimas. La Biblia es muy realista cuando nos narra de la manera más natural el duelo de grandes siervos de Dios, desde los patriarcas hasta los ancianos de la iglesia de Efeso. De ellos nos dice Lucas que «hubo gran llanto de todos; y echándose al cuello de Pablo le besaban, doliéndose en gran manera por la palabra que dijo de que no verían más su rostro» (Hch. 20:37-38).

La fe cambia la naturaleza de nuestras lágrimas. Después de todo lo dicho, sería erróneo concluir que el duelo de un creyente es igual al de la persona sin una fe personal en Cristo. ¡En absoluto! La fe cambia profundamente la forma de llorar. Lloramos, sí, pero lloramos de manera diferente, lloramos con esperanza. Porque hay dos «tipos» distintos de lágrimas: las que surgen de un corazón desasosegado, destrozado por la desesperanza de ver en la muerte el final de todo. Son lágrimas vacías, o quizás podríamos parafrasear a Hemmingway en uno de sus escritos, diciendo que son lágrimas «llenas de nada». Pero también hay lágrimas que coexisten con la serenidad y la paz de saber que la muerte no sólo no es el final, sino que es precisamente el comienzo de todo. Son lágrimas llenas de esperanza. Brotan de la mejilla de aquel que cree firmemente en la victoria de Cristo sobre la muerte en la cruz.
¿Cómo hay que llorar entonces?
El apóstol Pablo, en el pasaje que encabeza este escrito, alude a estas dos formas distintas de llorar: con o sin esperanza. Ahí radica la clave para un duelo adecuado, propio de un creyente, un duelo que, en palabras de J. Packer, «santifique a Dios». Porque podemos santificar a Dios en todas nuestras actitudes y experiencias, desde las más gozosas hasta las más tristes.
Vamos, por tanto, a analizar seguidamente de qué maneras prácticas podemos expresar este duelo con esperanza. ¿Cómo conseguir el equilibrio entre el dolor natural y la serenidad de la fe? Para ello consideraremos un ejemplo bíblico, Esteban, el primer mártir de la Iglesia Primitiva. Aunque no se trate de un caso de duelo en sentido estricto, la forma como afrontó la muerte este gran hombre de fe nos marca el camino a seguir. Lo hemos escogido como modelo porque en su martirio Esteban llevó a su máxima expresión tres actitudes que todo creyente debería manifestar ante la muerte:

Sin amargura. Esteban tenía muchas razones para sentir odio hacia los que le apedreaban de manera tan brutal como injusta. Podía haber muerto maldiciendo a sus enemigos o incluso acusando a Dios con amargura por su «silencio» y su lejanía en la hora de la muerte. Esta reacción habría sido perfectamente comprensible ante una multitud de personas que «se enfurecían en sus corazones y crujían sus dientes contra él» (Hch. 7:54). Lejos de ello, reparemos en las últimas palabras de Esteban momentos antes de expirar: «Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta su pecado. Y habiendo dicho esto, durmió» (Hch. 7:60).

Con paz. «Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel» (Hch. 6:15). Le acababan de acusar con calumnias graves (Hch. 6:11-12) que implicaban una muerte segura. Este complot para quitarle la vida se originó en la intensa envidia de los supuestos líderes religiosos del momento: «Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba» (Hch. 6:10). Sin embargo, aun en medio de esta turba malvada y sin escrúpulos, Esteban mostró tal serenidad y sosiego de espíritu que la gente alrededor descubrió algo singular, excepcional en este varón de Dios: su rostro era como el rostro de un ángel. La pregunta es inevitable: ¿cómo puede un hombre en estas trágicas circunstancias tener una paz tan profunda? La respuesta está en la fe.

Con fe. En tiempos de aflicción, la fe nos hace alzar la vista al cielo: «Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios. Y dijo: He aquí veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios» (Hch. 7:55-56). Si Esteban hubiese centrado su atención en los que le calumniaban y en la injusticia tremenda que sufría, casi seguro que habría reaccionado de modo diferente. Pero había aprendido una lección que es vital en momentos de tribulación y en especial a la hora de afrontar la muerte: la fe mira hacia arriba, no hacia abajo. Esta fue la experiencia de Moisés, quien por la fe «se sostuvo como viendo al Invisible» (He. 11:27). Uno de los peores enemigos en el sufrimiento es la autocompasión. La autocompasión suele ser el resultado de un exceso de introspección, mirar demasiado dentro de uno mismo. Y el exceso de introspección, a su vez, lleva a la desesperación: «¡Pobre de mí, qué injusto es esto!». En el duelo es necesario mantener el equilibrio entre una auto-observación ponderada –mirar dentro de mí me permite entender qué me pasa- y mirar hacia arriba donde está sentado Aquel que provee «la esperanza puesta delante de nosotros, la cual tenemos como segura y firme ancla del alma». Los que son capaces de asirse de esta esperanza, «tendrán un fortísimo consuelo» (He. 6:18-19).

La Biblia, no obstante, es muy realista. Después de la muerte de Esteban hay un hecho que no debe pasarnos desapercibido: la reacción de luto de los discípulos. «Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él» (Hch. 8:2). ¿Por qué tenían que llorar si su amado hermano estaba con el Señor? ¿Acaso la gloriosa visión del cielo que Esteban acababa de tener no era una confirmación de su fe? ¿Acaso la reciente resurrección de Jesús, con sus posteriores apariciones, no estaba fresca en su memoria? Entonces, ¿por qué lloraban? La fe no excluye el duelo. La reacción de llanto de los discípulos era normal y necesaria. «Hay un tiempo para todo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» dijo el autor del Eclesiastés. Ante la muerte hay un tiempo para la expresión robusta de la fe, como hizo Esteban; pero también hay tiempo para llorar. Las lágrimas no son señal de una fe débil. Son la muestra de que el lado más duro de la muerte –la separación- ha tocado la fibra más sensible del corazón humano.
«Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación»
No podemos olvidar, al concluir, estas palabras del Señor, claras y rotundas, pronunciadas como parte de las Bienaventuranzas del Sermón del Monte. En realidad, contiene la mejor respuesta a aquellos creyentes que piensan, erróneamente, que llorar no es propio de un cristiano maduro. En esta afirmación encontramos varias implicaciones prácticas muy alentadoras en tiempos de aflicción. El Señor Jesús nos enseña que:
El hecho de llorar es algo natural, lo da por supuesto. No necesita justificar su afirmación ni dar explicaciones. Así de simple: las lágrimas son la forma más natural y sencilla de expresar el duelo. Jesús no reprende a los que lloran, sino que ¡los llama bienaventurados, felices!
Llorar no sólo no es negativo, sino que se considera deseable. Viene incluido en una lista de cualidades positivas del carácter tales como la mansedumbre, la pureza de corazón o el ser pacificador.
El duelo, llorar, no es incompatible con la «bienaventuranza» o felicidad en el sentido bíblico. Podemos estar muy afligidos por la muerte de un ser querido y, al mismo tiempo, conservar la actitud de serenidad y de paz que tuvo Esteban.
Esta felicidad del afligido es algo más profundo que un sentimiento; es la convicción de que nada ni nadie, «ni la muerte... ni lo presente ni lo por venir nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús» (Ro. 8:38-39).
La felicidad del afligido viene del hecho de que recibirá consolación. Esta promesa de consuelo es la llave que cambia algo negativo a primera vista –las lágrimas- en una bendición.
Por tanto, aun en medio del luto, el creyente se considera bienaventurado. Es verdad que duele por un tiempo, y a veces duele mucho, porque el dolor de la muerte es universal. Pero el duelo tiene fecha de caducidad. El creyente llora, sí, pero llora «feliz» –bienaventurado- porque es capaz de contemplar la muerte desde una óptica totalmente distinta. Vislumbra el otro lado de la muerte, aquella perspectiva luminosa de una vida con Cristo para siempre «quien enjugará toda lágrima de los ojos y donde no habrá más muerte, ni llanto, ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas pasaron» (Ap. 21:3-4). Llora con esperanza; vive consolado.

martes, 30 de junio de 2009

BUSQUEDA Y RESCATE


Tomado de Nuestro Pan Diario.

LEA: Lucas 19:1-10

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido. —Lucas 19:10
Casi cada semana vemos noticias acerca de alguna misión de búsqueda y rescate. Puede que se trate de algún niño que se alejó durante un almuerzo campestre familiar y se extravió, o un excursionista que se quedó aislado en alguna montaña, o personas atrapadas bajo los escombros luego de un terremoto. En cada caso, las personas en riesgo son incapaces de ayudarse a sí mismas. Por lo general, los que fueron encontrados y salvados muestran una gratitud perdurable por aquellos que se unieron a la búsqueda y les rescataron.
El relato de Zaqueo en Lucas 19:1-10 es una historia de búsqueda y rescate. Puede que a primera vista parezca una serie de casualidades. Jesús estaba pasando por Jericó y un rico publicano trepó a un árbol para echarle un vistazo al Maestro obrador de milagros. Pero este encuentro con Jesús no fue una coincidencia. Al final del relato, Lucas deliberadamente incluyó las palabras de Jesús a Zaqueo. «Hoy ha venido la salvación a esta casa… Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido». (vv. 9-10).
Jesús comenzó Su operación de búsqueda y rescate en la tierra por medio de Su vida, muerte y resurrección. Él sigue realizándola hoy por medio del poder del Espíritu Santo y nos invita con Su gracia a participar con Él amando a aquellos que están perdidos. —DCM

jueves, 25 de junio de 2009

Cristianismo zombi; más que una preocupación una alerta...


Mateo 5:14-16

5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.


No se sabe como murieron pero si como se convirtieron en zombis, estos cristianos llevan ministerios, son líderes, cabezas de ministerios, hacen vigilias, apoyan las actividades del cuerpo de Cristo Pero, cuando están solos su comunión con Dios no existe.

¿Como puede pasar esto?

Simple, algo en sus vidas no esta bien, tal vez se deslizaron en lo secreto ahí donde solo el Señor los ve, tal vez se les fue el primer amor y se secaron, o como diría un hermano “son de la secreta”, estos cristianos ejercen bien el ministerio pero su comunión esta muerta aparentan estar bien espiritualmente pero no lo están.


Peligro……..

El Señor nos llama a ser luz suena muy bonito pero como describiríamos los que es andar en la luz, el cristiano que anda en luz, peca pero se levanta, llora, se humilla y es levantado, aprende a depender de Dios y se da cuenta de que es polvo “menos que nada” como diría el salmista David.

Recuerdo uno de los temas de un campamento de jóvenes (Koinonia) de mi congregación Misión Bíblica, el tema REBELDES CON CAUSA impartido por Rafael Pérez (pezmundial.com).
El hablaba de Romanos 12:1-3 y este nos instaba a como dice este versículo a no amoldarnos al mundo, a ser diferente en otras palabras rebeldes cuya causa era llevar la cruz de Cristo cada día en nuestras vidas.



Aquí viene la alerta!!

Sin santidad nadie vera al Señor un versículo que retumba en mi mente, la vida cristiana no es fácil el cristiano es tentado a cada momento y debemos saber que sobre todas las cosas el Señor nos ve y sobre todas las cosas seremos juzgados.
Si frente a los demás aparentamos que llevamos una relación con el Señor y no es así solo nos engañamos a nosotros mismo, alerta alerta!!…


En estos últimos tiempo he estado viendo un fenómeno en el pueblo de Dios y es el cristianismo Light, personas que conocen y sirven al Señor dentro del templo pero afuera de este su testimonio esta muerto, alguien me dijo estas palabras “bueno eso no es nada que tu lleves tu vida normal en el mundo lo importante es tener una relación espiritual”
Solo pensé OK, bueno…bueno…
El Señor nos llama ser luz no podemos comportarnos peor que las personas que no conocen del Señor, uno como cristiano tiene un testimonio que guardar tal vez no nos hemos dado cuenta pero cuantas personas podrían venir al Señor por nuestro buen testimonio pero así cuantas se alejarían por un mal testimonio…

La palabra no se equivoca cuando dice que no podemos servir a dos señores porque amaremos a uno y aborreceremos al otro.

No nos engañemos, Dios no puede se ser burlado.


La buena noticia:

El Señor tiene el antidoto que puede hacer que dejemos de ser zombis, pero para que ese antídoto funcione debemos negarnos a nosotros mismo, empezar a caminar con el Señor de la manera correcta, no solo con nuestras fuerzas sino con las de él.


Señor ayúdanos a ser como los Salmones que nadan contra la corriente para poder sobrevivir, que a pesar de nuestras debilidades llevemos una vida que te honre que seamos luz en medio de las tinieblas que nuestro testimonio sea tan fuerte que otros vengan a ti por el, que tu Espíritu Santo nos redarguya y siempre danos las fuerzas para cargar nuestra cruz cada día.



Busquemos ese antídoto hoy……………

miércoles, 24 de junio de 2009

PROBLEMAS DE POSTERGACION

(Tomado de Nuestro Pan Diario)

LEA: Romanos 12:4-13

En un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función. —Romanos 12:4
Muchos de nosotros luchamos con ellos —los problemas de postergación. Un catedrático de la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá, estudió durante cinco años el problema de dejar las cosas para más tarde e informó de que el 95% de nosotros pospone hacer una u otra cosa. ¡Una estimativa mostró que los estadounidenses pierden aproximadamente 400 millones de dólares al año posponiendo la declaración de sus impuestos! Debido al temor al fracaso y otras inseguridades, esperamos y esperamos antes de iniciar un proyecto o tomar una decisión.
Dejar las cosas para más tarde también es un problema en la iglesia. Muchos de nosotros posponemos el servir a Dios. Sabemos que debemos alcanzar a los demás, pero nos sentimos inseguros o preocupados en cuanto a qué hacer. Debido a que no estamos seguros de nuestros dones o intereses, postergamos nuestra participación en la iglesia. Nos preocupamos pensando: ¿Qué pasa si hago un mal trabajo? ¿Qué pasa si descubro que ni siquiera puedo hacerlo?
Romanos 12 nos da algo de aliento. El hecho de servir comienza por presentarnos ante Dios como un «sacrificio vivo» (v. 1). Ora y entrégate de nuevo al Señor y a Su obra. Luego mira a tu alrededor y ve lo que los demás están haciendo en tu iglesia, y pregunta si puedes unírteles. Comienza por algo pequeño si así lo necesitas, y prueba haciendo varias cosas.
Tu iglesia te necesita. Pídele a Dios que te ayude a vencer tus problemas de postergación. —AMC

sábado, 20 de junio de 2009

LOCOS RELIGIOSOS

(Tomado de Nuestro Pan Diario)

LEA: Mateo 10:16-22

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. —Colosenses 4:6
Tengo un amigo al que invitaron a una cena y le sentaron junto a un agresivo incrédulo que se deleitaba en hostigar a los cristianos.
Durante toda la velada, el hombre acosaba a Mateo sin misericordia acerca de los males de la cristiandad a lo largo de la historia. Con cada insulto, mi amigo calmadamente respondía: «Ese es un punto de vista interesante». Y luego le hizo una pregunta que provocó un auténtico interés en el hombre y desvió la conversación llevándola lejos del asunto que dividía a ambos hombres.
Cuando al final de la cena ya estaban a la puerta para despedirse, el hombre disparó un golpe final y en ese momento Mateo le pasó el brazo por los hombros y riendo entre dientes le dijo: «Amigo mío, toda la noche te la has pasado tratando de hablarme de religión. ¿Acaso eres uno de esos locos religiosos?»
La animosidad del hombre se disolvió en un estallido de risa y luego se puso serio, por cuanto efectivamente era un loco religioso. Todos los seres humanos lo son. Somos insaciable e incurablemente religiosos —perseguidos y acosados por el incesante amor de Dios, aunque puede que intentemos mantenerle lejos de nosotros. La amabilidad y el ingenioso humor de Mateo despertaron el corazón de este hombre para que pudiera ser receptivo al Evangelio.


Hemos de ser «prudentes como serpientes» (Mateo 10:16) al lidiar con no cristianos, hablándoles «con gracia, sazonada con sal» (Colosenses 4:6). —DHR

lunes, 15 de junio de 2009

CARCEL A TODO LUJO

Por el hermano Pablo
(Un mensaje a la conciencia)
El apartamento fue especialmente diseñado. Un arquitecto elaboró los planos: dos cuartos bien amplios, dos compartimientos para vestirse, un baño completo instalado a todo lujo y un balcón que miraba a un valle florido. Y todo esto con calefacción para los días fríos y refrigeración para los calientes. Pero este no sería un apartamento de soltero millonario; ¡había de ser una prisión! Uno de los grandes traficantes de drogas se lo hizo preparar para él mismo al reconocerse convicto de narcotráfico. Era una prisión bellísima, eso sí, pero prisión de todos modos.
Las cárceles siempre han tenido fama de horrorosas. Siempre han sido frías, oscuras, plagadas de ratas, cucarachas, telarañas y murciélagos. Han sido lugares de dolor, de lágrimas, de amarguras, de frustraciones. Todas las cárceles son así, excepto la de este hombre. La de él era cárcel de lujo, cárcel como para vacaciones, cárcel para darse gusto. Pero no dejaba de ser cárcel. Podía ser de lujo. Podía tener de todo. Pero le faltaba lo principal. Le faltaba la libertad.
El ocupante de una cárcel semejante puede mirar cómo vuelan las aves por el valle florido, pero no puede seguirlas en sus vuelos. Puede ver correr el arroyuelo por entre vegas verdes, pero no puede refrescar los pies en él. Puede contemplar los grandes aviones que vuelan por encima, pero no puede, aun con todo el lujo de su cárcel, hacer un solo vuelo. Tal persona está presa, y no hay para ella libertad.
Sin embargo, la carencia de libertad no se limita al interior de una cárcel. Se puede también estar fuera de la cárcel y tener de todo en este mundo, pero ser, como quiera, el prisionero más cautivo que existe.
Aparte de las prisiones más conocidas, como lo son la tribulación de pasar toda la vida en una silla de ruedas, o el tormento de deudas serias por descuidos comerciales, o la amenaza de enemigos políticos por maniobras refractarias, hay otra cárcel todavía más severa. Es la cárcel de la inseguridad espiritual.
Sabemos que hay un Dios. Sabemos también que llegará el día de confrontación con nuestro Creador. Y sabemos que no vivimos preparados para ese encuentro. Esta es una severa cárcel espiritual. Podemos creer que no existe ningún Juez divino, o que no tendremos que comparecer ante Él, o que ese día de juicio está muy lejos. Pero por alguna razón inexplicable, no se nos quita de encima la inquietud.
Ya es hora de que salgamos de esa cárcel. La puerta está abierta. La abrió Jesucristo con la llave de su sacrificio. Sólo tenemos que reconciliarnos con Dios, y se disolverán la culpa, el temor y la ansiedad en la que estamos encerrados. Aceptemos la libertad que nos ofrece Cristo. De hacerlo así, en lugar de conformarnos con una prisión a todo lujo, podremos darnos el lujo de disfrutar de una libertad sin igual.

lunes, 8 de junio de 2009

EL DESCANSO, UNA NECESIDAD

Por Bienvenida Gonzalez
(Tomado de Alimento para el Alma)


"El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo, y reposó…"
Génesis 2:2

Si el trabajo tiene su bondad, el descanso es una necesidad. Cuando los seres humanos piensan y actúan centrando su vida alrededor del trabajo, entonces están frente a la posibilidad de una conducta adicta.

¿En qué punto de la agenda está el descanso? Qué tiempo se dedica al descanso? Estas preguntas sugieren una aplicación de la voluntad, una acción consciente: disposición para el descanso.

El descanso es una actividad que procede de Dios; por lo tanto, tiene una implicación espiritual. El mismo marcó el punto de partida. El autor del Génesis así lo señala: … y reposó el séptimo día de todo cuanto había hecho. ¡Que hermoso legado! Con un mensaje claro, después del arduo trabajo, precisas descansar.¿ Qué persigue nuestro Dios con el descanso? Es de tanta importancia para él que lo concibe también en su plan de redención

El Salvador garantiza dar descanso total a todos los que están trabajados y cargados; incluyendo lo interno del ser humano, su alma. (Mateo 11:28,29)

El descanso es una necesidad. La persona que desatiende descansar en lo más concreto, que es su cuerpo, con dificultad canalizará el descanso para su alma. ¿Qué concepto tiene usted sobre el descanso? ¿Lo ve como una pérdida de tiempo, o como una necesidad de su cuerpo, mente y espíritu?

Gracias a Dios por habernos dotado de una serie de indicadores corporales y mentales, los cuales en su noble tarea, declaran los niveles de cansancio que experimentamos.

Dios nos ayude a dedicar el tiempo requerido para descansar.

jueves, 4 de junio de 2009

¿VIDA O MUERTE?

(Tomado del Aposento Alto)

Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes..-Deuteronomio 30.19 (VPEE)
HACE poco tuve la oportunidad de aprovecharme del error de una tienda, al recibir dos sillas en lugar de una que había comprado. Me hubiera gustado una silla adicional y el repartidor la hubiera dejado. Pero acababa de leer Deuteronomio 30.19, y reflexioné en la decisión entre la vida y la muerte.
Me preguntaba por qué Dios diría algo tan obvio. ¿Quién escogería la muerte en lugar de la vida, o maldiciones en lugar de bendiciones? Pero lo que no reconocí fue la relación entre las faltas morales y la muerte espiritual. Creo que algo en nosotros/as muere cuando tomamos decisiones que son antiéticas, inmorales y deshonestas. Quizás no lo sabemos en el momento, pero eventualmente sentimos menos gozo, menos paz, menos esperanza, menos fe. Una pesadez sutil invade nuestra alma.
Dios siempre nos pide que hagamos lo que es bueno para nosotros/as. Cuando escogemos hacer lo correcto, escogemos la vida; cuando escogemos lo incorrecto, escogemos la muerte. A veces, obedecer a Dios parece privarnos de oportunidades buenas. Pero, al final, obedecerle es la opción que nos lleva a la vida. Es una opción que merece la más seria consideración.

Sra. Mary Manson (Ontario, Canadá)

lunes, 1 de junio de 2009

ESCALOFRIANTE

ABRAMOS LOS OJOS.
Por Carlos Rey.
(Un mensaje a la conciencia)


Se oía la respiración de la noche.... Al cruzar una calle, sentí que alguien.... se acercaba.... Intenté correr. No pude.... Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un cuchillo en mi espalda y una voz dulce:
—No se mueva, señor, o se lo entierro.
—¿Qué quieres?
—Sus ojos, señor —contestó la voz suave, casi apenada.
—¿Mis ojos? ¿Para qué te servirán mis ojos? Mira, aquí tengo un poco de dinero.... No vayas a matarme.
—No tenga miedo, señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los ojos.
—Pero, ¿para qué quieres mis ojos?
—Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules. Y por aquí hay pocos que los tengan.
—Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos.
—Ay, señor, no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules.
—No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa.
—No se haga el remilgoso —me dijo con dureza—. Dé la vuelta.
»Me volví. Era [un hombre] pequeño y frágil. El sombrero de palma le cubría medio rostro. Sostenía con el brazo derecho un machete de campo, que brillaba con la luz de la luna.
—Alúmbrese la cara.
»Encendí [un fósforo] y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo entrecerrar los ojos. Él apartó mis párpados con mano firme... y me contempló intensamente....
—¿Ya te convenciste? No los tengo azules.
»...Tirándome de la manga, me ordenó:
—Arrodíllese.
»Me hinqué. Con una mano me [agarró] por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. Se inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el machete descendía lentamente hasta rozar mis párpados. Cerré los ojos.
—Ábralos bien —ordenó.
»Abrí los ojos. La llamita me quemaba las pestañas. Me soltó de improviso.
—Pues no son azules, señor. Dispense.
»Y desapareció.»1
A este impresionante cuento Octavio Paz le puso el inocente título «El ramo azul». Lo que más nos impresiona de la magistral narración del Premio Nobel mexicano es la naturalidad con que actúan el apenado maleante —¡como si fuera lo más normal del mundo el acto macabro que se propone cometer!— y su víctima, que pudiera ser cualquiera de nosotros.
Aunque para muchos sea igual de difícil concebirlo, de igual manera nos acecha Satanás, en la oscuridad de nuestros momentos más vulnerables. Lo hace con el fin de sacarnos los ojos espirituales, para que ya no pongamos la mira en Dios sino en las cosas perecederas de este mundo. Más vale que abramos bien los ojos. Así no seremos víctimas del capricho de aquel maleante que nos los quiere cerrar para siempre.

jueves, 28 de mayo de 2009

TESTIGOS


(Tomado de Nuestro Pan Diario)

LEA:
Hechos 1:1-11

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… hasta lo último de la tierra. —Hechos 1:8
Cuando se juzga un caso en algún tribunal penal, los testigos brindan información vital en cuanto a un posible crimen. Ser un testigo significa decirle al tribunal la verdad acerca de lo que se sabe.
Así como el sistema de justicia penal depende fuertemente de los testigos, Jesús usa a testigos osados, fieles y en los que se puede confiar para que difundan Su Palabra y construyan Su iglesia.
Antes de que Jesús ascendiera al cielo con Su Padre, les dio a Sus discípulos un mandamiento final: lanzar una campaña de testimonio mundial. El Espíritu Santo vendría a ellos y les daría poder sobrenatural para ser Sus testigos en todo el mundo (Hechos 1:8).
Jesús llamó a estos primeros apóstoles para que fueran al mundo donde las personas no sabían de Él y relatasen la historia veraz de lo que habían visto, escuchado y experimentado (Hechos 4:19-20). Ya que habían presenciado Su vida perfecta, Sus enseñanzas, Su sufrimiento, Su muerte, Su sepultura y Su resurrección (Lucas 24:48; Hechos 1–5), habían de salir y dar un testimonio sincero acerca de Él.
Al llevar el Evangelio a los confines del mundo, somos llamados a dar testimonio de la verdad acerca de Jesucristo y de cómo Él ha cambiado nuestras vidas.
«¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?» (Romanos 10:14). ¿Qué estás haciendo para decirles a los demás? —MLW

martes, 26 de mayo de 2009

¡ABRE LAS VENTANAS!

(Tomado de Alimento para el Alma)


Lectura: Daniel 6:1-10

“…entró en su casa y abiertas las ventanas…se arrodillaba tres veces al día y oraba y daba gracias delante de su Dios…” Daniel 6:10

Era un momento de profunda prueba. Pensé que aislarme algún tiempo me daría salida. Mi soledad aumentaba mi angustia. Oraba y no había respuesta. De pronto escuché a alguien cantar... era un canto cadencioso. Sin verlo podía percibir que también bailaba. Abrí una ventana y miré que un vendedor de bananos era quien bailaba y cantaba aunque en sus hombros colgaba un racimo de plátanos que lo doblegaba. Su cántico era mundano; aquel hombre no era un nacido de nuevo. Me dije: Si ese hombre con tan grande carga y sin motivación espiritual canta y baila, ¿por qué no habría de hacerlo yo?.

Abrir aquella ventana trajo liberación a mi vida. Las ventanas simbolizan canales de Dios para ti. Si las mantienes cerradas morirás, Si las abres recibirás:

1.- Luz, iluminación.- Las ventanas abiertas simbolizan claridad, revelación. Podemos estar confundidos y turbados, pero al abrir las ventanas penetra la luz de Dios a nosotros, todo se aclara y hayamos respuestas.
2.- Aire, brisa fresca.- Nos ahogamos encerrados en nuestra prueba, pero si abrimos ventanas un aire fresco de bendición llenará nuestros pulmones espirituales y podremos respirar vida.
3.- Comunión, amistad.- Recuerdo de mi niñez que mi madre abría sus ventanas pegadas a las de sus vecinos inmediatos e intercambiaban saludos, café, etc. Las ventanas cerradas nos privan del amor fraterno, del testimonio poderoso que nos da fuerza para avanzar.

Abre ventanas para Dios y tu prójimo y serás ministrado por el Espíritu Santo y cantaras y danzaras.

Si quieres bendición, abre las ventanas de tu corazón.

Pastor Manuel Rivera /Rep. Dominicana.

miércoles, 20 de mayo de 2009

ORAR EL SALMO


(Tomado del Aposento Alto)

Léase el Salmo 103.1-5
Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios...-Filipenses 4.6 (RVR)
RECIBÍ una noticia devastadora: tenía cáncer del seno. Con lágrimas en los ojos y asustada, regresé de la cita con el doctor a casa. Encontré un mensaje en mi máquina contestadora. La voz de mi tía decía: «Lee el Salmo 103: 1-5. Léelo cada día».
Tomé mi Biblia y leí: «Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre». Marqué esa página en mi Biblia. «Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios…». Copié las palabras para llevármelas al hospital: «el que sana todas tus dolencias» (Salmo 103.1-3).
Según repetía los versículos, sustituía la palabra tu por mi: «. . .el que rescata del hoyo [mi] vida»(versículo 4). Leí el salmo antes de la cirugía y mientras esperaba los resultados de las pruebas «…el que [me] corona de favores y misericordias» (versículo 4). Continué leyéndolo durante mi tratamiento, varias veces al día, débil y temerosa del futuro (si es que tenía un futuro) «de modo que te rejuvenezcas»(Salmo 103.5).
Leí los versículos cada día, hasta que me fortalecí. Hoy mi vida ha vuelto casi a lo que era antes, pero no soy la misma. Ahora entiendo la importancia de alabar a Dios en cada situación.


Sra. Carol A. Lowe (Texas, EUA)


Oración:
Gracias, Dios, por tu toque sanador y por tu presencia amorosa. Amén.


PENSAMIENTO PARA EL DÍA

Dios nos sostiene en nuestros momentos más difíciles.


OREMOS:
Por quienes reciben tratamiento contra el cáncer.