2 Reyes 6: 11-23
(Los vers. tienen Link)
Predica del Domingo 11 de enero del 2009
Por Juan B. Fuertes Piantini
En cuanto a la parte histórica de este pasaje podemos decir que esta parece haber sido una especie de guerrilla, consistente en incursiones de saqueo contra diferentes partes del país. Eliseo hizo saber al rey Joram los propósitos secretos del enemigo; así, tomando medidas de precaución, pudo prever y frustrar sus ataques. Esta llevó al rey sirio a sospechar que algunos de sus siervos lo traicionaban, teniendo correspondencia con el enemigo; y se le informó acerca de Eliseo, cuya captura resolvió efectuar inmediatamente. Esta decisión, naturalmente, se fundó en la creencia de que por grande que fuese el conocimiento de Eliseo, si fuese tomado y tenido preso, no podría dar más informes al rey de Israel.
Estamos comenzando un nuevo año, tenemos muchos retos, cada vez más el mundo y el diario vivir se complica más y más, las libertades que crecen en todos los aspectos de la vida del ser humano, han hecho de este mundo un sitio difícil de vivir como Cristianos. Pero lo que Dios nos dice en su palabra es que no estamos solos y es de esto que vamos a hablar en el día de hoy.
Como pudimos ver, en esta historia existen actores o protagonistas sumamente importantes y los hechos que ocurren son aun más fascinantes, que la misma presencia de estos personajes.
I. Las Amenazas que Nos Rodean
Como Cristianos somos tentados, al enemigo no le interesa nuestro bienestar, todo lo contrario, quiere que perdamos nuestras almas y nuestras vidas proporcionándonos las cosas que pueden llegar a dañarnos.
Siempre existen amenazas, siempre tendremos al enemigo mismo sobre nosotros acosándonos para que faltemos a nuestra promesa de ser mejores y más parecidos a Cristo cada día. El quiere destruirnos, el quiere que como el rey de Siria, al enterarse del origen de su fracaso en los intentos de atacar al rey de Israel, intentó acallar a Eliseo mandándolo a poner preso. El pensó que esa iba a ser la solución.
Esto claro, porque él no escucho las palabras de Jesús cuando dijo en Lucas 19:40 “Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían”.
Pero tengamos presentes que siempre tenemos alguien a nuestro alrededor que no le parece bien lo que hacemos, a quien guardamos el respeto, en quien creemos y en quien confiamos, de hecho por saber que nuestra vida está GUIADA por Cristo, quien nos susurra suavemente al oído como debemos prepararnos para este batallar diario y por donde debemos de escapar del saqueo o del maltrato del enemigo.
Y les aseguro que nos susurra y nos previene cada día, les aseguro que nos habla cada día así como lo hacía con Eliseo. La pregunta sería ¿Dejamos nosotros que el Señor nos hable al oído, estamos atento a su voz, Buscamos diariamente de su presencia por medió de la oración y por medio de su palabra, no por compromiso sino de corazón como este hombre lo hacía?
Recordemos siempre, cuando nuestro caminar esté errando por amenazas, por problemas, por tentaciones, que otros se han visto también rodeados de ejércitos, de jinetes en caballos, de carros de guerra y aun así se detienen a escuchar la voz de Dios, a esperar que nos va a decir el Señor y cómo vamos a salir de esta amenaza.
II. Como Recibimos o Respondemos a las Amenazas
Solo en este pasaje podemos ver dos reacciones distintas y observemos bien claro, que estas reacciones fueron expresadas por creyentes y fieles de Dios.
a. Con Temor: muchos de nosotros al vernos en la situación o situaciones que mencionamos en el punto pasado tomamos cierta reacción, no la más adecuada, pero recurrimos al temor, al miedo, a la desesperanza.
Todas estas cosas fue la que manifestó el siervo de Eliseo cuando muy de mañana se LEVANTO, SALIO y se encontró que estaba rodeados y estaban en peligro de muerte.
Bueno no podemos decir cuál era la costumbre de este hombre, en qué momento se presentaba ante la presencia de Dios y como lo acostumbraba a hacer. Pero si literalmente nos llevamos de lo que expresa la Biblia dice que él se levantó y salió.
Siempre que tomamos nuestras vidas de esta manera acelerada, los días se presentan con más y más amenazas. Eso que no nos quepa duda, muchos lo hemos vivido. Cuando no presentamos nuestro día al Señor antes de SALIR, se nos puede complicar un tanto la situación y es ahí donde entra el pánico. Donde nos preguntamos ¿Señor y que hacemos ahora? Hacemos la pregunta un poco tarde, si hubiésemos clamado a Él desde el principio del día como dice el salmista en Salmo 5 1:3 “Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir. (2) Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré. (3) Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”.
Cuando no buscamos de Dios como primera opción en nuestras vidas, la vida nos parece tan complicada como un ejército que nos rodea, por donde no tenemos escapatoria y de donde no vamos a salir ni vivos ni triunfantes.
b. Con Dependencia: La otra forma de enfrentar nuestro día a día, nuestros temores, nuestras batallas, nuestras amenazas es DEPENDIENDO totalmente del Señor, Eliseo no se alteró, no se turbó, ni siquiera dice que salió de la tienda de inmediato. El tenía plena confianza en el Dios que el Servía. El sabia que solo no estaba, su Fe y su Confianza en el Señor era tan grande que él podía ver aquellas cosas que Dios nos promete,
Salmo 91:1-16 El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, (2) dice al Señor: "Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!" (3) Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, (4) pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! (5) No tengas miedo a los peligros nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día, (6) ni a las plagas que llegan con la oscuridad, ni a las que destruyen a pleno sol; (7) pues mil caerán muertos a tu izquierda y diez mil a tu derecha, pero a ti nada te pasará. (8) Solamente lo habrás de presenciar: verás a los malvados recibir su merecido. (9) ya que has hecho del Señor tu refugio, del Altísimo tu lugar de protección, (10) no te sobrevendrá ningún mal ni la enfermedad llegará a tu casa; (11) pues él mandará que sus ángeles te cuiden por dondequiera que vayas. (12) Te levantarán con sus manos para que no tropieces con piedra alguna. (13) Podrás andar entre leones, entre monstruos y serpientes. (14) "Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. (15) Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! Lo libraré de la angustia y lo colmaré de honores; (16) lo haré disfrutar de una larga vida: ¡lo haré gozar de mi salvación!"
Esto sin dudas era sabido y vivido por Eliseo y por eso su actitud al enfrentar estas amenazas en su vida. No tenía temor, porque sabía además que aun pasara lo “peor”, eso le acercaría más al Dios en quien Confiaba.
Su primera reacción, debe ser nuestra primera reacción, ante adversidades, ORAMOS, pedimos dirección a Dios, pedimos que Dios nos Abra los ojos más allá del entendimiento humano, pedimos la sabiduría necesaria. Esa es la forma en cómo Dios quiere que andemos en nuestras vidas.
III. El Poder que Nos Rodea
Cuando tratamos de llevar una vida Integra en Jesús, cuando lo hacemos, cuando leemos su Palabra, cuando nos comunicamos con El, cuando entregamos nuestra vidas a Cristo, entonces Dios nos Rodea, su poder nos Rodea, Su Gracias nos Rodea, Su Amor nos Rodea, Su Infinita Misericordia nos Rodea. Todos sus beneficios nos rodean. Sus ángeles a caballo nos Rodean, Sus carros de fuego nos rodena.
Éxodo 13:21 De día, el Señor los acompañaba en una columna de nube, para señalarles el camino; y de noche, en una columna de fuego, para alumbrarlos. Así pudieron viajar día y noche.
Pero muchos estamos cegados a esto y esto es por nuestra falta de Fe y por nuestra poca relación con el Señor, si realmente clamamos a Él como dice el Salmista, pues podremos VER su protección.
Del mismo modo que nos rodea nos da las herramientas por medio de su Palabra para enfrentarnos a nuestros problemas y amenazas. Eliseo no salió corriendo confiando en que el Señor no iba a permitir que le agredieran, Eliseo por el contrario se preparo para la batalla, escucho de la Voz de Dios e hizo lo que le mandó.
Enfrentemos estas amenazas que nos aquejan, enfrentémosla en el Nombre Poderoso de Jesús, confiando en su poder, confiando en su misericordia, confiando en su amor infinito.
Pidamos al Señor que nuestro enemigos sean cegados, que no nos vean como un blanco a atacar, sino que nos vean como aquellos quienes en vez de enfrentarlos y destruirlos queremos Presentarles el Amor de Cristo que hay en nosotros, así como lo hizo Eliseo. Cuando tuvo la oportunidad de matar y deshacerse de manera fácil de la amenaza, apelo a la Bondad y al Amor del Señor al que servía.
Pensó, si Dios me ha sacado de donde vengo, si Dios ha sido bueno conmigo, si Dios me ama a pesar de mis defectos, si Dios me ha perdonado tantas veces, ¿porque no puedo yo perdonar a Otros?
Debemos tener misericordia con los demás, más si no conocen del Señor, debemos perdonarles, debemos amarles, porque a eso se nos manda, debemos permitir que ellos nos vean, no como una amenaza sino como un probable cambio en sus vidas, debemos hacerlos anhelar nuestra forma de vida.
Recuerden que ellos creen que tienen mayor poder sobre nosotros y por eso intentan a atacarnos pero cuando tienen que enfrentarse a la realidad, cuando sus ojos son abiertos nuevamente, es ahí cuando pueden darse cuenta que anos 8:37 Pero en todo esto salimos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
IV. La Elección
Dos posibilidades para elegir presentamos también en el día de hoy
1. Podemos seguir nuestras vidas llenos de temor y de debilidad ante las amenazas que se nos presentan en la vida. Podemos seguir siendo como aquel siervo, buscando en lo inmediato la solución por nuestra cuenta.
O puedes seguir ciego como los ejércitos del rey, puedes quedarte en esa ceguera espiritual, rehuyendo del llamado de Dios a tu vida, puedes ser parte de ese ejército que retornó a su casa sin ningún cambio, más que recibiendo el perdón de parte de Dios, pero sin cambios significativos en sus vidas.
2. Podemos Cambiar Radicalmente nuestra relación con Dios. Podemos Abrir nuestros ojos a los regalos que Dios nos has dado, podemos constatar su protección por medio de nuestras propias vidas, de nuestros propios ojos.
Debemos entender que Dios siempre está presente, que debemos sembrar y cosechar una relación con el Señor de manera que nuestros ojos se abran y permanezcan abiertos, que nunca caigamos en la ceguera espiritual, que estemos como este siervo que a pesar de Servir a Dios, no percibía de su grande amor, poder y misericordia para con Nosotros sus Hijos.
Ilustración
UN JOVEN CLAVADISTA
Un joven que se había criado ateo, estaba tratando de convertirse en un clavadista olímpico. La única influencia religiosa en su vida venía de un amigo cristiano que siempre le estaba predicando. El joven clavadista nunca realmente le prestaba atención a los sermones de su amigo, pero los escuchaba seguido. Una noche el clavadista entró a la alberca que estaba dentro del colegio donde asistía. Todas las luces estaban apagadas, pero el edificio tenía grandes ventanas en el techo y la luna estaba brillando, había suficiente luz para poder practicar. El joven se subió al trampolín más alto y al voltearse de espaldas hacia la alberca, en la orilla de la tabla, y extendiendo sus brazos hacia afuera, observó su sombra en la pared, la sombrea de su cuerpo, estaba en forma de cruz, en vez de echarse el clavado se arrodilló y finalmente le pidió a Dios que entrara en su vida. Mientras este joven estaba allí, una persona de mantenimiento entró y encendió las luces. El agua de la alberca había sido drenada para hacer algunas reparaciones.
Que el Señor abra nuestro ojos, que abra nuestros corazones y nuestras mentes, que podamos ver y gozar de su grande amor y misericordia en cada momento de nuestras vidas no importa que tan oscuras parezcan para los ojos de nosotros los seres humanos.