Este 31 de octubre, mientras muchas personas se divertirán en el jolgorio pagano de Halloween, en las Iglesias Cristianas Evangélicas conmemoramos el “Día de la Reforma Protestante”. El 31 de octubre es un día en que se recuerda la fecha en que el monje Martín Lutero clavó en el año 1517 sus 95 tesis, las cuales fueron una protesta bíblica y profética contra la venta de las indulgencias como forma de obtener la ¨salvación¨, contra la autoridad del papa, contra el purgatorio, etc. Estas tesis se convirtieron en un tsunami que recorrió Europa despojando el cristianismo de ataduras de siglos que encadenaban la libertad de conciencia y la Biblia.
Dos cosas estaban aconteciendo casi simultáneamente: primero, en el sur gran parte del Alto Renacimiento estaba basado en el ideal humanístico del hombre como centro de todas las cosas, y su autonomía; segundo, en el norte de Europa la Reforma Protestante estaba dando una respuesta opuesta. En el norte de Europa la Reforma Protestante estaba explotando con Lutero justo cuando el Alto Renacimiento estaba llegando a su fin.
Lutero tradujo la Biblia al alemán, y las traducciones de la Biblia empezaron a estar disponibles para las personas en los idiomas en que la podían entender. ¨Sola Scriptura¨ – las Escrituras solamente (la iglesia estaba debajo de las enseñanzas de la Biblia – no por encima de ella). Esto fue opuesto al humanismo que había entrado en la iglesia en los primeros siglos del cristianismo, y era un removimiento de estas distorsiones humanísticas.
La Reforma protestante no trajo la perfección política o social, pero si trajo gradualmente una vasta y única mejoría. El retorno de que trajo la Reforma a la enseñanza bíblica le dio a la sociedad la oportunidad de una tremenda libertad, pero sin caos. Esto es, un individuo tenía libertada porque había un consenso basado en los absolutos de la Biblia, y por lo tanto valores reales dentro de los cuales se podía tener libertad, pero sin caos.
La predicación del evangelio que trajo la Reforma trajo dos cosas que eran secundarias al mensaje central del evangelio pero también importantes: un interés en la cultura y una base verdadera para la forma y libertad en la sociedad y el gobierno. 51% de los votos nunca es la fuente final del bien o mal en un gobierno porque los absolutos de la Biblia están disponibles para juzgar a una sociedad. La ¨pequeña persona¨ el ciudadano común y corriente, puede ponerse de pie, y con la base de la enseñanza bíblica, decir que la mayoría está equivocada.
La reforma en el norte de Europa también contribuyó a pasarle factura a los gobiernos, y con su fuerte énfasis en la caída del hombre, los reformadores entendieron que como cada persona es un pecador hay necesidad de pasar facturas y balances, especialmente a las personas en el poder. La separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial es herencia de la Reforma.
La Reforma afectó la educación y la libertad de pensamiento de las personas. Desde el principio impulsó la alfabetización de sus congregantes y el acceso a otras formas de culturización como la música y las artes en general como medio para superarse. La Reforma ayudó al pueblo en general a sacudirse el yugo ideológico que la Iglesia Católica mantenía sobre él. Trajo un logro ideológico de que cada persona podía leer y entender por sí misma la Palabra de Dios. La Reforma le permitió a las personas reconocer la importancia de la palabra de Dios en la iglesia y no en las tradiciones de hombres.
Lutero ayudó a la humanidad a regresar al concepto bíblico de trabajo. Muchos historiadores, tanto cristianos como no cristianos, atribuyen a este concepto del trabajo (llamada la ¨ética protestante del trabajo¨) el desarrollo técnico, científico y económico que Europa experimentó en los siglos después de la Reforma. Sin la base de la Reforma, el nacimiento de la ciencia moderna del mundo occidental no hubiera sido posible.
Al cumplirse un nuevo aniversario de la Reforma Protestante y al comprobar los beneficios materiales y espirituales que produjo debemos sentirnos orgullosos de ser llamados evangélicos ¨protestantes evangélicos¨. Porque el protestantismo cambió el curso de la historia y del cristianismo, estableciendo los principios de la libertad y dignidad humana, renovando las creencias religiosas y permitiéndole al ser humano comprender que a través de la fe podía convertirse de su pecado y aceptar el regalo de Dios de la salvación, (tal como lo expresa el libro de Romanos y muchos otros pasajes de la Biblia).
Celebremos, pues, con gratitud a Dios y con renovada esperanza un nuevo aniversario de la Reforma Protestante; no para detenernos en el pasado, sino abiertos a la Palabra de Dios y a su Espíritu, que actúa siempre para que la iglesia sea, como decían los reformadores, una “iglesia reformada siempre reformándose”, anunciando en todo tiempo a Jesucristo como Señor y Salvador.
Fuentes:
-Libro: ¨How Should We Then Live?¨ (¿Cómo Entonces Viviremos?) de Francis Schaeffer