Predica del Culto Especial de Navidad
Domingo 14 de diciembre 2008
Por Juan B. Fuertes Piantini
(los pasajes tienen link por si los quiere leer)
En estos días como ya sabemos, celebramos una época muy popular en casi todo el mundo, La Navidad, aunque no todos la celebran de una misma forma, como vimos, ni se conmemora lo que debería ser el motivo único de estas celebraciones.El hablar de Dios en estos tiempos se ha vuelto, entre algunos, algo de que avergonzarse, en muchos países es causa de opresión y de demandas, en países en los que su moneda dice “En Dios confiamos”, se han limitado los conocimientos del Altísimo de manera que hasta en las escuelas ya se prohíbe hablar de Dios.
Hemos visto por medio de las actividades de hoy lo que significa la navidad realmente. En esta semana escuche en el radio a un locutor y predicador preguntando de manera abierta si la navidad podría considerase un estado mental. Quizás para este momento muchos de ustedes tengan respuesta a esta pregunta.
Navidad, como es conocida en los países que se celebra, surgió como necesidad de conmemorar el nacimiento del Salvador, Jesucristo. Aunque las sociedades hemos ido desvirtuando año tras año esta tradición hasta hacerla una o un sinnúmero de actividades en las cuales se derrocha mucho dinero, cuando la realidad es que esta celebración lo único que necesita es una disposición de nuestros corazones y nuestras mentes para entender el motivo real de la Navidad, debe ser una época en la que realmente podamos ser capaces de reflexionar sobre el verdadero regalo que nos ha dado nuestro padre celestial al haberse humillado haciéndose hombre para venir a morir por nuestros pecados y resucitar para nuestra salvación.
Esto es sencillo lo único que necesitamos es acercarnos a El y brindarle nuestras vidas, para que nuestras necesidades existenciales sean llenadas de manera efectiva. Esa necesidad que no ha podido ser llenada de manera satisfactoria por nada de lo que hemos obtenido, material, emocional, humano, esa necesidad que aún persiste no importando que tan lejos o no lleguemos, solo puede llenarla el acercarnos a Cristo.
En los versículos que hemos leído en el día de hoy podemos encontrar algunos puntos que nos ayudarán a entender un poco más de lo que hablamos.
1. El Llamado
Indiscutiblemente, el nacimiento de Cristo fue un acontecimiento que no se pasó por alto, el cumplimiento de la promesa de Dios, de que nacería un Salvador no podía pasar desapercibido. Por lo que para esto Dios movió sus fuerzas para anunciar el nacimiento de su único hijo. Jesús.
Aunque su nacimiento fue un hecho de humildad, por las condiciones en que nació, el lugar, lo que tenían para enfrentar este parto, con quienes estaban compartiendo el lugar, Dios hizo saber hasta en rincones remotos que había nacido el Salvador, y por este hecho hace el llamado.
a. A los Pastores, por medio de ángeles, de manera directa, para que no hubiese dudas por parte de ellos, se lo explica y le da las indicaciones necesarias. No les da pistas, no le muestra algo sobrenatural, utiliza simplemente un mensajero para anunciar el hecho.
b. A las Autoridades, al Rey Herodes, por medio de la visita de los sabios del oriente (Reyes Magos), y todo su sequito de ayudantes los cuales confirmaron la existencia de la profecía hecha por Miqueas.
c. A los Sabios del Oriente, de tierras lejanas vinieron estudiosos de la historia de los pueblos, las profecías, los astros, los cuales al ver la señal de la Estrella, supieron de manera inmediata lo que Dios estaba anunciando.
2. La Respuesta
a. Los Pastores Respondieron al llamado, Dios le había prometido a su Pueblo el nacimiento de un Salvador, que los libraría de las cadenas del pecado, que le llevaría perdón por sus pecados, que limpiaría aquella actitud pecaminosa con la que nacemos para pertenecer a los hijos de Dios. Fueron anunciados por Dios por medio de Angeles, ellos, aun asustados, escucharon lo que Dios les estaba comunicando y decidieron acudir al llamado V 15 “Vayamos corriendo a ver esto que Dios nos ha anunciado”.
Fueron, constataron lo que Dios les había dicho y su reacción fue de aceptación Vs 17- 20, luego de ver a su Salvador salieron a contar todo lo que había sucedido, la felicidad los llenaba de gozo, no podían callarse, iban cantando, dando alabanzas y gloria a Dios.
b. Las Autoridades. El Rey Herodes se airó con el anuncio, no con los sabios del oriente, sino con el hecho del nacimiento de alguien que podría usurpar su trono. Herodes no fue un Rey que siguió la dirección de Dios para su gobierno y esto lo vemos cuando estos hombres traen una información que él tuvo que confirmar con los estudiosos de la ley de Dios.
Herodes quizo engañar a los reyes para que le brindaran toda la información necesaria para poder eliminar esa amenaza, pero Dios lo impidió. Su propósito era claro, dar muerte a Dios hecho hombre.
c. Los Extrajeros. Hombres de otras creencias, personas que no seguían las instrucciones de Dios, que sus vidas y sus pueblos eran seguidores y conocedores de ciancias como la astrología, la adivinanza y esas cosas. Aunque la promesa inicial de la Salvación por medio de Jesús era una promesa exclusiva para el pueblo judío, Dios tenía un plan aun mayor, para nuestro beneficio, el había preparado todo el terreno para que entendiéramos desde el principio de esta historia que su Salvación llegaría a nosotros si así lo permitimos.
El trabajo de estos hombre fue importante, su sacrificio, su interés por conocer el Salvador, nos permite formar parte de esa clase selecta de personas que aun no siendo judíos pertenecemos al pueblo de Dios.
Dios nos abrió las puertas por medio del nacimiento de Jesús, a su pueblo, a las Autoridades, a los Reyes, a los ricos, a los trabajadores a los obreros a los pobres. Todos tenemos la misma posibilidad de gozar del regalo de la Salvación, no tan solo en la Epoca de Navidad sino a todo lo largo de nuestras vidas. Lo único que debemos hacer es tomar la actitud correcta. Tenemos dos decisiones que podemos hacer, SOLO dos:
1. Rechazar este hecho, ignorar que Jesús nació con la tarea de salvar nuestras vidas, que murió por nuestros pecados y que por su muerto ya todos podemos ser sanos, salvos y llamados hijos de Dios. Podemos matar, así como quería Herodes, a Cristo de una vez y por todas, rechazando su nacimiento.
2. Por otro lado está la posibilidad de Escucharle, Buscarle, Recibirle como nuestro Salvador, hacerlo nuestro, entregar nuestro más preciado regalo, Nuestras Vidas, para que el pueda Salvarnos.
El Señor siempre nos está llamando, por medio de la creación, por medio de amigos, por medio de este culto, por medio de este mensaje, siempre está tocando a nuestra puerta y ¿Qué hemos hecho nosotros? Nos hemos portado como Herodes, como los Pastores y Sabios.
Dios no quiere que lo pensemos, no quiere que esperemos aún más, el quiere que actuemos ahora. Este es el día que el a hecho para nosotros, para acercarnos a El.
Escuche de una niña que su madre le dijo antes de salir a trabajar que debía fregar todos los platos y trastes sucios que habían quedado de la comida. La niña, como somos todos, obediente al llamado de su madre esperó que esta saliera y se puso a hacer otras cosas “más importantes”, pensó: “eso lo hago más tarde antes de que llegue mami, eso no me tomara mucho tiempo”. Cuando avanzó la tarde se dio cuenta que su madre casi estaba por llegar y fue corriendo a la cocina y comenzó a fregar, se topó con un plato que se había ensuciado con yema del huevo y al haberlo dejado esperando por tanto tiempo para lavarlo se había pegado mucho al plato y le daba mucho trabajo limpiarlo, entonces su madre llegó y la encontró con todo lo que había en la cocina sucio aun. A la niña no le quedó más que decir la verdad “Me olvidé de mis deberes, se me hizo muy tarde y ahora me he encontrado que se me hace más difícil hacer lo que me pediste”.