En Génesis 11:1-9 vemos la más básica falta del hombre en exhibición: la rebelión.
Isaías
53:6a Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas,
cada cual se
apartó por su camino;
La
esencia del pecado es ese deseo interno, instintivo y rebelde de hacer las
cosas a nuestra manera. Esto es lo que
nos hace ¨pecadores¨ ante los ojos de Dios y nos coloca bajo su juicio.
Isaías
53:6 Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros.
Ser un
seguidor de Cristo no erradica este caprichoso deseo rebelde que está dentro de
nosotros.
*La completa bendición de Dios sólo viene de
la completa obediencia a Dios – que está a 180 grados opuesta a nuestros
instintos naturales humanos.*
Jeremías 7:22 Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de
víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto.
Jeremías 7:23 Pero esto les mandé, diciendo:
Escuchad mi voz, y yo seré
vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo;
y andad en todo camino que os mande,
para que os vaya bien.
Ejemplo de personas que fueron
obedientes a Dios (que
estaban dispuestas a escuchar su voz y a andar en obediencia a El):
Samuel:
1 Samuel 3:10 Vino
Jehová, se paró y llamó como las otras
veces:
--¡Samuel,
Samuel!
Entonces Samuel dijo:
--Habla, que tu siervo escucha.
1 Samuel 15:22
Entonces Samuel dijo:
--¿Acaso se complace Jehová tanto en los
holocaustos y sacrificios
como en la obediencia a las palabras de
Jehová?
Mejor es obedecer que sacrificar;
prestar atención
mejor es que la grasa de los carneros.
María:
Lucas 1:38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
*Muchas veces hemos tratado de sustituir la obediencia
por oración y simplemente no funciona*. (A. W. Tozer).
Jesús:
Jesús venció el deseo de su carne de hacer su
propia voluntad – al presentárselo a
Dios vez tras vez en oración.
Lucas 22:42 diciendo:
"Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya".
Necesitamos:
1)
Honestamente admitir ante Dios el deseo de
nuestra carne.
2)
Rendirlo a los pies del Señor.
3)
No rendirnos antes de que el Espíritu Santo
domine nuestra resistencia humana y la reemplace por una completa entrega al
Señor.
Conclusión:
Dios quiere hacer una obra
sobrenatural en nuestras vidas, pero para ello necesitamos rendir nuestro ser a
Él, dejar la rebelión y aceptar su voluntad.
¿Estás andando en rebelión a Dios y a su
palabra? Es hora de que te vuelvas a Dios arrepentid@, y que
le rindas tu corazón a El para que se haga Su voluntad en tu vida.
(Lectura del Himno 384 del Himnario ¨Celebremos
Su Gloria¨):
Haz lo que quieras de mí, Señor;
Tú el Alfarero, yo el barro soy;
Dócil y humilde anhelo ser;
Cúmplase siempre en mí tu querer
Haz lo que quieras de mí, Señor;
Mírame y prueba mi corazón;
Lávame y quita toda maldad
Para que tuyo sea en verdad.
Haz lo que quieras de mí, Señor;
Cura mis llagas y mi dolor;
Tuyo es, oh Cristo, todo poder;
Tu mano extiende y sana mi ser
Haz lo que quieras de mí, Señor;
Del Paracleto (del Espíritu Santo) dame la unción;
Dueño absoluto sé de mi ser;
Que el mundo a Cristo pueda en mí ver.