Tal como esperaba, el escritor John Maxwell es un orador consagrado, de los que no necesitan muchos recursos audiovisuales o elementos de espectáculo para tener el dominio absoluto de lo que quiere comunicar.
Esencialmente habló del éxito como algo que todos quieren, pero que no todos definen de la misma forma. Maxwell planteó que el éxito consiste en conocer nuestro propósito en la vida.
Para descubrir este propósito, Debe uno descubrir su pasión. Le otorga a este factor un 70% de precisión, ya que hay gente con mucha pasión por algo en lo que no son buenos, y todos se dan cuenta menos la persona misma.
Pero un factor 100% preciso es Descubrir nuestras fortalezas- ¿En qué eres bueno? ¿Cuáles son tus dones y talentos? Trabajar en ellos nos guía seguramente al propósito para el resto de nuestra vida.
Las personas altamente exitosas crecen hasta el máximo de su potencial, pero este crecimiento no es automático, no es accidental, crecer implica tener un plan y alimentar el propósito es una tarea diaria. No recomienda enfocarse en las debilidades sino en desarrollar las fortalezas al máximo. Enfocarse en las debilidades solo nos hace llegar a ser personas “promedio”.
Maxwell afirma que la forma en que ha logrado escribir tanto es TODOS LOS DIAS, lee, archiva y escribe. Enfatiza que lo hace cada día.
Dos puntualizaciones sobre el trabajo diario:
1. El secreto del éxito está determinado por tu agenda diaria. Tiene que ver con tus relaciones con las personas, actitudes y disciplinas.
2. La gente de éxito maneja las buenas decisiones que toma cada dia, es decir, administra sus decisiones diariamente- Leyó su lista personal de resoluciones que lee para si mismo cada día y se compromete a cumplir “Solo por hoy”.
En forma ilustrada nos comunica que las personas “promedio” solo son capaces de administrar sus decisiones por 2 semanas máximo.
¿Qué es lo que nos hace crecer? Es cuando las debilidades a las que prestamos atención, son las que están en nuestra zona de fortaleza. Es allí donde perfeccionamos nuestras mayores fortalezas.
El tema del liderazgo aflora cuando habla de sembrar para otros, SERVIR. Hace una aplicación del contraste entre dos líderes y el uso de una vasija con agua: Jesús lavando los pies de sus discípulos y Pilatos lavándose las manos. Dos tipos de liderazgo completamente opuestos.Jesus es el modelo del liderazgo servicial.
Jesús no tuvo reparos en lavar los pies de sus discípulos, ya que sabía quién era. Los líderes seguros no temen servir a otros. Los líderes inseguros son los que quieren ser servidos.
Luego habló de los líderes que forman equipos y mencionó la Ley del círculo íntimo, que es el principio de liderazgo efectivo de invertir más tiempo en personas claves. Jesús, entre sus discípulos, invirtió más tiempo con Pedro, Jacobo y Juan.
Finalmente planteó cuatro vías para desarrollar y /añadir valor a las personas:
a) Valorar a las personas- No aprovecharnos de ellas, no controlarlas, no manipularlas.
b) Sumarse valor a sí mismo. Mejora personal continua.
c) Valorar lo que ellos valoran. ¿Qué es importante para ellos? Escuchar a las personas, oír, aprender y entonces liderar.
d) Valorar las cosas que Dios valora. Evaluar cada decisión en términos de si con ella honramos a Dios y sumamos valor.
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