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viernes, 27 de febrero de 2009

El Agua de Vida Se Convierte en Vino

Juan 2:5-10 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
(6) Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
(7) Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
(8) Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
(9) Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
(10) y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora.

Prédica del Domingo 22 de Febrero del 2009
Por Juan B. Fuertes Piantini
Parte tomada del Devocional de Rick Meyer. 10 de febrero del 2009

El Agua de Vida Se Convierte en Vino
Es importante que recordemos que tenemos una necesidad imperante de obedecer la voz interna de Cristo por medio de Su Espíritu Santo. Esta voz, que siempre está presente en nuestras cabezas y corazones puede ser reconocida por tres signos:
1. Nunca hace preguntas, pero es categórica y autoritaria
2. No es irracional, no es imposible
3. Nos llama a una obediencia que nos cuesta Sacrificio de nuestra forma de ser y querer.
Por encima de Todo, Haced todo lo que El les Diga

I. Obedeciendo la Voz de Cristo
Dice el Texto claramente, hagan como El les diga, es una prueba severa de obediencia de Fe, llenar esas grandes vasijas, que estaban en el vestíbulo de la casa. Cada una contenían unos 20 galones (100 litros aprox.), casi seguro que ya esas tinajas estaban casi vacías, en vista que el agua de esta vasija estaba guardada para el ritual de la purificación, lavado de mano, lavado de los pies, para poder participar de los alimento y las actividades.

Imagínense, cuando una boda en esos tiempos duraba aproximadamente una o dos semanas, la cantidad de personas que asistían y las veces que esta agua era utilizada y gastada, esas vasijas eran realmente grandes, tenían la capacidad de 4 botellones de agua.

Marcos 7:1-5
Se juntaron a Jesús los fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén;
(2) los cuales, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban.
(3) Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen.
(4) Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos.
(5) Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas?

En esas vasijas cabía mucha agua, para poder hacer o “purificar” a todos esos invitados. El llenar de nuevo esas vasijas era un trabajo largo y no era tan fácil, especialmente cuando los invitados a las bodas tenían otras necesidades para ser atendidas. Pero a ellos no parece haberle importado, ellos decidieron hacer caso y obedecer el mandato del Señor, estos hombres llenaron las vasijas y no simplemente lo hicieron, lo hicieron HASTA ARRIBA, HASTA EL BORDE.

En nuestra obediencia, debemos dar a Cristo la medida hasta arriba, hasta el borde, más allá de lo que El nos pide. En muchas ocasiones lo que nos pide son cosas pequeñas, dar clases a los niños, visitar a alguien enfermo, escribir una carta o un email, hablar una palabra reconfortante , brindar una mano amiga, dar un vaso de agua fría, pero debes parecer en este momento que lo estás haciendo con un sentimiento de entrega total.


COMUNICACIÓN INCOMPRENSIBLE
En un culto de oración el predicador W. K. Gilliam dio el siguiente testimonio: Volábamos en un aeroplano de la ciudad de Denver, Estado de colorado, a la de Chicago, estado de Illinois. Por radio se le dijo al piloto que al llegar a esta ciudad no podría aterrizar porque había muchas nubes y las condiciones atmosféricas en general no eran favorables. Cuando llegamos sobre Chicago no veíamos nada, sino únicamente nubes blancas, y permanecimos media hora volando en círculos sobre la ciudad. Repentinamente el aeroplano descendió en línea recta y aterrizamos con precisión en la pista que nos correspondía. La constante comunicación entre el operador de radio del aeropuerto y el piloto, por ese medio que no veíamos ni entendíamos, hizo que pudiéramos descender en el momento y en el lugar más conveniente.

Del mismo modo Dios se comunica con el hombre por medio del Espíritu Santo, y aun más podemos tener éxito en nuestra vida espiritual si obedecemos a Dios y al Espíritu Santo.

Esta jara es nuestra oportunidad, una oportunidad muy común y ordinaria. Un acto que muchas veces parece innecesario o inconveniente; pero de aquí pudiera salir el mejor de los logros de tu vida, la mejor hazaña, la mejor conversión de nuestras vidas, nuestras vidas pueden pasa de ser simple tinajas llena de agua, a tinajas llenas del mejor de los vinos. Brindemos a Cristo más allá de la medida que él nos pida.

1Sa 15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.


II. Respondiendo a su Llamado
Cuando el Señor nos llama, quiere que seamos coparticipes con El, no que digamos “No me Preguntes Señor”, No, Sirvamosle hasta el Borde, hasta el Tope, hasta Arriba.

El Señor nunca nos pide hacer algo pequeño para El sin estar preparado para derramar su Gracias Maravillosa a nuestras Debilidades, al contrario, perfecciona nuestros actos. Es un hecho sorprendente el que Dios Necesite de nuestra ayuda.

Dejemos que nosotros podamos brindarle hasta el Borde, y mientras hacemos esto dejemos que él nos muestre las cosas que tiene para nosotros, aquello que está “escondido para los sabios, prudentes y conocedores, pero revelados a sus hijos” Mateo 11:25. “Los que sirvieron el agua sabían”, no que el agua se iba a convertir en vino y mucho menos en el mejor de los vinos, pero obedecieron y cumplieron con su llamado.

Muchos de nosotros sabemos que estos milagros están siendo realizados constantemente en nuestras vidas. Llenamos nuestras jarras hasta el borde diariamente, nos preparamos con dedicación para recibir el mejor de los vinos, pero al final del día vemos que estas vasijas siguen llenas de, simplemente agua, si acaso siguen llenas.

Pero cuando ponemos nuestros servicios a la Orden del Señor, y por medio de el al servicio e otros, podemos ver que el Maestro a estado colaborando con nosotros y que el contenido de estas jarras se ha convertido en el mejor de los vinos, el vino que está reservado para lo último.

Así mismo es el Reino de Dios, sus promesas, y su vida, lo que nos ofrece, siempre estamos pendientes de que nuestra situación mejore, las cosas están dificiles, eso lo sabemos y esperamos que este milagro sea hecho día a día y que nuestra situación cambie como fue cambiada esa agua, pero debemos RECORDAR, el mejor de los vinos está reservado para lo último, nada de lo que recibamos aquí en la tierra, por más comodidad que nos brinde, va a ser mejor que lo que el Señor tiene RESERVADO para nosotros en la vida Eterna.

 Estas muy ocupad@?
 Tu tiempo es muy limitado?
 Estas cansad@?
 Te cansaste de esperar la respuesta de Dios?
 Tus problemas son tan grandes que no pueden ser resueltos de ninguna manera?
 Estas muy dolid@?
 Crees que Dios no te está escuchando?

Entrégate de una vez y por todas a ese llamado que te ha hecho el Señor, deje a un lado sus límites, deje sus dudas, deje su miedo, deje sus problemas, deje todo, y sirva al Señor más allá del límite de sus posibilidades, sírvale más allá de lo que Él le ha pedido y le puedo asegurar que su vida tendrá el mejor de los vinos HOY.


Oremos
Señor permítenos hacer no tan solo lo que nos gusta hacer, sino lo que debemos hacer, lo que tú quieres que hagamos. Permitenos ser fieles en lo poco, en lo ordinario, en lo común, y que de esto podamos aprender una lección de obediencia, paciencia, permítenos servirte más allá de nuestros límites.

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