Descarriarse, Sufrir y Luego Obedecer

Salmo 119:67  ¨Antes de sufrir, yo andaba descarriado; pero ahora obedezco tu palabra¨.  

                                                                                                                                                  (RVC – Reina Valera Contemporánea)                   

En este verso vemos un orden de lo que le aconteció al salmista:

1)    Descarriarse (apartarse de la obediencia a la palabra de Dios y de su voluntad).

2)    Sufrir (como consecuencia de haberse apartado de la voluntad de Dios).

3)    Obedecer la palabra de Dios (luego de haber recapacitado).

Descarriarse, sufrir y luego obedecer.  El salmista llegó a la eventual obediencia a Dios luego de haber tenido que sufrir por sus decisiones contrarias al propósito de Dios para su vida.  La palabra de Dios claramente nos presenta este patrón en que muchas veces nosotros nos encontramos, fruto de nuestra desobediencia a los mandatos divinos.  Podemos aprender de la experiencia del salmista, y no tener que experimentar en carne propia el castigo de Dios por causa de apartarnos de su palabra y voluntad.  

*Evita el sufrimiento que te producirá el apartarte de la obediencia a Dios y a su palabra siendo obediente hoy*.

Joel Bethancourt © 2013